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CARMEN ÁLVAREZ-RÚA ÁLVAREZ | DIRECTORA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE ARTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

Una vida entre la ciencia y el arte

Doctora en Químicas y licenciada en Ingeniería Técnica, la directora de la Escuela de Arte confiesa haber cumplido su sueño, ser docente

Carmen Álvarez-Rúa, en el palacio de Camposagrado, sede de la Escuela Superior de Arte de Asturias. MARA VILLAMUZA

Carmen Álvarez-Rúa Álvarez se define como una mujer trabajadora, con tesón y determinación. Su trayectoria formativa y profesional avalan unas cualidades que le han permitido ejercer la docencia, vocación que dice sentir desde niña. Hasta llegar a la dirección de la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias -sucedió el pasado mayo a Roberto Crespo Joglar-, ha recorrido un largo camino que comenzó en la facultad de Químicas de Oviedo, donde se tituló y desarrolló la tesis doctoral en Cristalografía de proteínas. Para profundizar en esta rama de la Química viajó a Gottenberg (Suecia) y Gif-Sur-Yvette, localidad esta última al sur de París y en la que vivió los atentados del 11 de septiembre. "Estábamos en el laboratorio siguiendo las noticias a través de los periódicos on-line franceses que se colapsaron. Entonces conseguimos acceder a los españoles", recuerda.

A su regreso a Asturias y en el edificio Severo Ochoa de la Universidad de Oviedo, construcción que alberga los Servicios Científico Técnicos, el contacto con los ingenieros encargados del mantenimiento de un difractómetro de rayos X, despertó en ella el gusanillo por la mecánica. Le faltó tiempo para matricularse en Ingeniería Técnica Industrial y alcanzar un título con el que se adentró aún más en el mundo de la tecnología y la investigación. En aquel tiempo, Carmen Álvarez-Rúa conseguía brillantes éxitos educativos pero no alcanzaba el que tanto anhelaba: ejercer la docencia. Fue entonces cuando cayeron en sus manos las oposiciones al Cuerpo de Artes Plásticas y Diseño en la especialidad de Materiales y Tecnología y se embarcó en esta aventura a ojos cerrados. El destino que le deparó tal apuesta fue la Escuela Superior de Arte con sede en Avilés. Corría el año 2008. "Me permitió volver a la parte artística de la juventud, cuando estudiaba piano y en mi mente estaba hacer Musicología, carrera de letras que descarté en favor de otra de ciencias por ser éstas un valor más seguro", indica.

A partir de ese momento se adentró de lleno en el mundo del diseño (actividad que considera arte y producción) y tal es su nivel de satisfacción personal y profesional que confiesa que "si tuviera que volver a empezar recorrería el mismo camino". "Estoy en un momento dulce. Me realicé como docente y la vida me llevó a un campo que aúna la actividad científica y tecnológica con la artística", comenta desde el despacho que ocupa desde hace unos meses. Anteriormente, y desde 2010, desempeñaba la jefatura de estudios, responsabilidad que asumió a los dos años de sumarse a la plantilla del centro. "Nunca pensé alcanzar la dirección. Cuando me incorporé a la escuela todo era aprender, y así sigo", comenta para seguidamente explicar cómo han transcurrido los últimos nueve años. "El paso de docente a jefe de estudios fue más complejo que de jefe de estudios a directora ya que conocía la organización, coordinación y gestión del centro. En estas tareas, Roberto Crespo fue una gran ayuda, siempre contó conmigo a la hora de tomar las decisiones", señala.

Carmen Álvarez-Rúa ha asumido con ilusión y altas dosis de responsabilidad dirigir los destinos del centro que imparte dos titulaciones: Conservación y Restauración de Bienes Culturales y Diseño. No se amedrenta ante los retos que aspira alcanzar al frente de una institución por la que hasta la fecha han pasado mil alumnos y un centenar de profesores. Este curso cuenta con cerca de 300 estudiantes y 43 docentes. "Los comienzos fueron muy duros y ahora nos encontramos en un proceso de consolidación y crecimiento que pasa por implantar el máster en Conservación y Restauración y trasladar esta titulación al edificio que se construye cerca del Centro Niemeyer", señala con la mirada puesta en la futura sede del centro artístico, en el Polígono Empresarial Principado de Asturias (PEPA). Las obras de la primera fase concluirán en junio y en septiembre comenzarán en el nuevo inmueble los estudiantes que cursan la especialidad de Restauración; Diseño, por su parte, continuará de momento en el palacio de Camposagrado.

Mientras el calendario alcanza el mes de junio y las gestiones del máster avanzan a paso firme, Carmen Álvarez-Rúa, inicia cada día con buen ánimo para convertir la Escuela de Arte en un centro de referencia. "Me siento comprometida con ella desde el día que llegué hace nueve años".

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