La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La reactivación de un antiguo yacimiento estratégico

La mina de cinc que abandonó Azsa en Cantabria cobra vida trece años después

Una firma canadiense quiere extraer los 20 millones de toneladas de mineral que quedan en Reocín

La mina de cinc que hace 13 años abandonó la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) en Reocín, a un paso de Torrelavega, vuelve a la vida. Lo acaba de anunciar el Gobierno de Cantabria: "Existen recursos de cinc a 500 metros de profundidad. Dado el alto precio al que se vende y a que la tecnología lo permite, una empresa canadiense se mostró interesada en explotar las reservas de este mineral que suponen casi el doble de toda la producción mundial de un año", subraya Miguel Ángel Revilla, el presidente autonómico, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA. Según el International Lead and Zinc Group (ILZSG), la producción total de cinc metal en el planeta -a noviembre de 2016- ha bordeado los 12 millones de toneladas. Los expertos consultados por este periódico calculan que en el subsuelo de Reocín hay 20 millones de toneladas esperando a salir a la superficie. Revilla asegura que la inversión para reactivar la mina "ronda los 400 millones".

En 1980, la compañía Asturiana de Zinc (Azsa) compró la Mina de Reocín muy barata a la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM), la empresa de capital belga que había comenzado a fundir cinc en el concejo de Castrillón en 1853 y a explotar la blenda de Reocín en 1856. Azsa dio por finiquitada la extracción minera a comienzos de junio de 2003. Según el Grupo Sodercan, de la Universidad de Cantabria, "por agotamiento de las reservas o por falta de rentabilidad en de la extracción, Azsa dejó de explotar la Mina de Reocín transfiriendo la propiedad de las instalaciones a las empresas públicas de Cantabria Mare (Medio Ambiente, Agua y Recursos de Cantabria) y Sodercan (Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria)".

Para que vuelva a activarse el negocio del cinc en Cantabria, el grupo del Partido Regionalista de Cantabria, el de Revilla, ha presentado en el Parlamento regional una moción de ley que pretende hacer posible la explotación en superficie y en el subsuelo. "Hasta ahora existía un anacronismo que distinguía el suelo vertical del horizontal. Para evitarlo es preciso modificar la ley del Suelo", apunta el presidente de la región. La propuesta del PRC se ha tramitado por la vía de urgencia, según el jefe del Ejecutivo autonómico, "porque la empresa necesita agilidad". Cuenta con el apoyo inicial de PSOE y de Ciudadanos. Esto supone su aprobación de manera efectiva, explica el líder del Gabinete cántabro. Lo previsto es que el trámite parlamentario esté solventado en el mes de marzo. Izquierda Unida (IU) ha puesto en duda la viabilidad de la explotación. "Lo asocian al 'fracking', pero eso está prohibido en Cantabria", aclara Revilla. En todo caso, en cuanto se haya modificado la ley del suelo será cuando inicie Reocín su nueva vida. a o eso, al menos, es en lo que confía el ejecutivo cántabro.

Lo cierto es que, según los expertos consultados, hay una lengua de cinc que comienza bajo los Picos de Europa (Mina de Áliva, cerca de Fuente Dé) y llega casi hasta la bahía de Santander, pero también hay un nudo de ríos subterráneos que hizo muy difícil la explotación de mineral en el entorno del Pozo Santa Amelia, en el término municipal de Reocín. "Siempre decíamos que sacábamos más aguas subterráneas que blenda", apunta un antiguo trabajador de la mina de la que salía la materia prima que alimentaba los hornos de tostación de Asturiana de Zinc, cuando entraron en su capital las corporaciones internacionales que desde mediados de los noventa la controlan. La dirección de la compañía, antigua propietaria de los derechos de explotación, prefiere no valorar este asunto porque es ajeno a día de hoy a su actividad.

Compartir el artículo

stats