El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, acaba de anunciar que el Principado va a reclamar a Arcelor Mittal más información sobre seguridad industrial, después de estudiar el primer informe exigido tras la nube tóxica del lunes. Martínez anunció que la planta sigue cerrada y que toda la información que pueda obtener el Principado sobre este accidente la entregará a la Fiscalía, que ya investiga lo ocurrido.

Por otra parte, la estación de control medioambiental ubicada en Llaranes recoge, en los valores correspondientes al día de ayer, un pico de contaminación que afecta a los niveles de benceno, anhídrido sulfuroso, dióxido de nitrógeno y partículas de menos de 10 micras. El registro se corresponde con las primeras horas de la tarde. La subida fue especialmente espectacular en el caso del benceno, que produce baterías de coque, y que subió de 1,26 a 16,55 microgramos por metro cúbico: el incremento fue del 1.300 por ciento en tres horas. La estación de medición de Llaranes es la única que controla el benceno en la comarca y además, según el Colectivo Ecologista, no está bien ubicada para medir de forma real el impacto de este contaminante, ya que está ubicada a contraviento.

"La subida es más significativa aún si tenemos en cuenta que ayer llovía, lo que amortigua las mediciones de los contaminantes. Eso nos da idea de la contaminación que había en el entorno de las obsoletas instalaciones, y demuestra también que nos están tomando el pelo a todos los avilesinos tanto la empresa, Arcelor Mittal, como quienes tienen obligación de vigilar", subrayó el portavoz de los ecologistas, Fructuoso Pontigo.

El valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el benceno es de 1,7 µg/m3 de media anual, mientras que la normativa española permite 5 µg/m3 de media anual para un contaminante que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer determina como carcinógeno. Diversos estudios de los que se hacen eco los ecologistas lo relacionan con el cáncer de la sangre (leucemia), incluyendo las variables aguda mielógena, aguda linfocítica y crónica mielógena. Pero además la exposición a pequeñas cantidades de benceno puede derivar en problemas del sistema nervioso, depresión del sistema inmunológico, anemia, irritación de ojos y de piel, dolor de cabeza...

"Hay que recordar que en el año 2016 las baterías de Avilés contaminaron un 36% de benceno más que el pasado año, el Principado por dejación y el Ayuntamiento por omisión les deja seguir contaminando si control todavía mucho más, el tiempo que quieran y como quieran así nos va, un día y otro también les pasa algo", concluyó Fructuoso Pontigo.