El Condal sacó provecho de la situación de un Avilés en el que las aguas bajan revueltas y se llevó un partido surrealista en el Suárez Puerta, que estuvo parado hasta en dos ocasiones por la lesión del árbitro. No fue solo por eso, el conjunto de Noreña realizó un excelente partido que dejó sin argumentos a un equipo local descolocado y sin fuelle. El cambio de entrenador, por el momento, no ha sido el revulsivo que esperaba el club blanquiazul y la grada estuvo encima de los jugadores, el técnico y los directivos en todo momento.

Con esta derrota, el Real Avilés pierde la segunda posición de la tabla, el objetivo mínimo que se había marcado una vez que parecía poco probable alcanzar al líder, el Sporting B, que ganó su partido ayer. Todo un mazazo después del cambio en el banquillo blanquiazul, con la destitución de Pablo Lago y la entrada de Parreño que solo ha tenido cuatro entrenamiento con una plantilla que se sorprendió de la decisión tomada por los gestores del club.

El equipo visitante llevó la batuta desde el principio, arrancando las primeras quejas de la grada avilesinas hacia los suyos. Después de varios avisos, Fassani abrió el marcador en el minuto 33, aprovechando un pase de Javi Álvarez en una pérdida del local Alberto. El Avilés, por su parte, apenas creó ocasiones.

En la segunda parte el partido siguió por los mismos derroteros. El conjunto blanquiazul veía como no era capaz de mantener el balón y le costaba cortar las jugadas de ataque visitante, con una defensa que no estuvo acertada en el día de ayer.

Poco después del primer parón, por la lesión del árbitro, llegó el 0-2 para el Condal, en otro fallo defensivo. Imaz recibió el balón en el corazón del área en un centro de Juanín, que había robado el balón a la defensa blanquiazul. Eso fue lo que necesitó el Avilés para despertar, aunque muy poco a poco y con más corazón que cabeza. Así, en el 80, el blanquiazul Bidari fue el más listo en un barullo en el área pequeña y empujó el balón para recortar distancias.

Tras el segundo parón del choque, el Real Avilés intentó apretar para acabar de levantar el encuentro, pero fue el visitante Imaz, de nuevo, el que terminó con las ilusiones de Avilés en el largo tiempo añadido del encuentro: el jugador del Condal, totalmente solo, remató a portería, después de que toda la defensa blanquiazul se concentrara en un soberbio Fassani, que precisamente dio el pase del gol. No hubo tiempo para más.