El avilesino Cándido González Fernández, técnico nacional de atletismo, falleció ayer en su domicilio a los 73 años. Jubilado de Hidroeléctrica del Cantábrico, se dedicó siempre que pudo a su pasión, el atletismo. Fue una persona muy querida en este deporte no solo en Avilés, sino en toda Asturias, además de ser un entrenador reconocido tanto a nivel regional como nacional por los muchos éxitos que lograron sus alumnos.

Durante medio siglo, Cándido González dirigió a muchos atletas avilesinos, entre los que destacan nombres como Juan José Viña, Adelino Hidalgo (ahora presidente de la Federación Asturiana), Lorenzo Hidalgo, José María Pariente o Xurde López, entre otros, todos ellos con un amplio palmarés nacional e, incluso, internacional. Sus primeros pasos como entrenador los dio en el ya desaparecido grupo de atletismo de Ensidesa; luego, un año en la Atlética Avilesina (donde compitió como deportista en su juventud), y después en el Avilés Atletismo, entidad de la que fue cofundador.

"Era estricto en los entrenamientos, pero todo lo que tenía de serio lo tenía de buena persona fuera de la pista", explicó uno de los pupilos de Cándido González, David Sotura, ahora presidente del Avilés Atletismo.

"Era un entrenador excelente, solo hay que ver los atletas que salieron de su mano, pero sobre todo era una excelente persona. Somos amigos y no olvidaré las aventuras que pasamos juntos", señaló Sergio Villanueva, expresidente de la Atlética.

Su experiencia le convirtió en un referente regional e incluso a nivel nacional. Y es que, González fue uno de los primeros avilesinos que contó con una licencia nacional de entrenador de atletismo. En 50 años en las pistas se acumula mucho conocimiento y no se podía desaprovechar. Por eso, también perteneció de la Federación Asturiana, como responsable técnico y como presidente del comité técnico.

Lejos del tartán, Cándido González trabajó en Hidroeléctrica del Cantábrico. Su activa vida tampoco le quitaba tiempo para estar con su esposa Trini Blanco y su hijo Enrique González. A ellos le tocó compartirlo con su otra pasión, el atletismo, porque cada uno de los atletas que entrenó pasaron a formar parte de su familia. "Cuando te entrenaba, se convertía casi en un padre para ti. Ha visto crecer a muchos atletas y todos le queremos mucho", afirma uno de sus alumnos.

Por la capilla ardiente, en el tanatorio de Avilés, pasaron ayer numerosas personalidades del ámbito deportivo local para hacer llegar su cariño a la familia. El funeral por el eterno descanso de Cándido González se celebra hoy, miércoles, a las 17.00 horas, en la iglesia parroquial de Santo Domingo de Miranda y, acto seguido, sus restos recibirán sepultura en el cementerio de La Carriona.