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El rapero flexible

Andrés Rodríguez es Komet, un joven de Corvera que lucha contra los estereotipos asociados a su género musical

Andrés Rodríguez, conocido en el rap avilesino por Komet. R. SOLÍS

"Buscando mi brújula he perdido el Norte", rapea Komet en su tema "Llévame a casa" para explicar que, indagando en su estilo, ha encontrado tantas posibilidades que no sabe por cuál decantarse. Probablemente, sea el rapero menos estricto con los motivos formales de su género en Avilés. En sus tres canciones grabadas, le puede una obsesión: combatir el encasillamiento. "El rap en Avilés está obsesionado con ser muy real, puro. Pero no pasa nada porque te gusten otros géneros y beber de ellos", defiende.

Detrás de esa declaración de intenciones de Komet, se esconde en realidad Andrés Rodríguez. Un guaje de 16 años que ultima la Secundaria en el Instituto de La Magdalena. Es el clásico chaval que, cuando habla, parece que tiene más edad de la que dice su carné. "No se puede ser tan ortodoxo. No todo es blanco o negro. A todos nos gustan varios estilos. A mí no se me caen los anillos por bailar en una discoteca", opina. Su mentalidad abierta es una de sus mejores bazas. Donde mejor lo expresa es en su tema "Soy más real". Casi una burla para los que se empeñan en ser más papistas que el Papa en el rap. "En Avilés, se dice que hay que ser real, para decir que te tienes que seguir unos patrones raperos. No estoy de acuerdo", comenta.

"En realidad, me dicen que soy rapero. Pero soy músico", reflexiona. Lo dice porque aparte de inventarse rimas también tiene escondidas en algún cajón de su casa unas cuantas letras de pop. "No se las he enseñado a nadie. Me dan un poco de apuro porque no sé si gustarían", revela con voz, por primera vez, tímida. Y es que, aparte de inspirarse en sus ídolos, "Kaze" o "Nathi Peluso", cuando vuelve a su casa de Solís se escucha el disco de Ariana Grande "Dangerous Woman".

Por si no ha quedado claro que Komet es un rapero curioso, tiene una cualidad llamativa para lo que es el género. "Nunca haría una rima intentando ofender a otro", declara. El tema sale a relucir a colación de lo que se conoce como "batalla de gallos". Una especie de enfrentamiento entre dos o más raperos en el que se improvisan rimas. Habitualmente, uno contra otro. "Es algo que no me gusta. Hay veces que nos decimos de todo. Es feo", opina. Aunque también reconoce que el que esté libre de pecado, que lance la primera piedra. "Una cosa es improvisar y otra ir a ofender. Yo improviso mucho. A veces, demasiado. Pero es como una patada en un partido de fútbol. Se tiene que quedar en el campo y después darnos la mano", sentencia Komet, el rapero de 16 años que escucha a Ariana Grande, escribe pop y que no quiere ser rapero si para ello sólo le dejan rapear.

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