Enrique de Balbín es el responsable, junto a su hijo Marcos, de la propuesta para soterrar bajo la calle del Muelle tanto las vías como la arteria del puerto y que ha provocado un maremoto de reacciones, incluida una crisis institucional entre Avilés y Castrillón.
-"Llevamos tiempo hablando de este tema. En los últimos dos años, en cuatro encuentros en los que se ha hablado bastante con el público participante y donde se produjeron buenos niveles de entendimiento. Asistieron políticos de la comarca y de posiciones ideológicas diferentes. Y ahí no surgen enfrentamientos partidistas. La obligación de los profesionales es explicar ante los demás nuestro conocimiento".
- ¿Y esa explicación se la dieron también a aquellos que tienen que llevarlo a ejecución, en el caso de Avilés, la Alcaldesa?
-Sí
- ¿Qué le dijo cuando se la presentó?
-Tengo amistad con ella desde hace muchos años; nos conocimos en los 80 cuando yo hacía el Plan Urbano de Avilés y ella era concejala y somos amigos. Dijo que le parecía bien.
- ¿Cómo ve el lío político que se ha creado desde que algunos grupos presentaron esta alternativa en el Ayuntamiento?
-La política es una actividad a la que todos estamos obligados a entrar; los ciudadanos somos los protagonistas y debemos debatir y dar la opinión. Ese nivel de política es el que preside las charlas que hemos dado y que estuvo ausente en la sesión de Pleno del Ayuntamiento. En ella, una serie de grupos planteó una demanda modestísima y elegantísima. Lo que pedían era que esta versión se tuviera en cuenta y se incluyera en el estudio informativo que va a hacer Fomento. Nadie dijo que era mejor que la de la ronda norte. Pero el gobierno reacciona como si le hubiera atracado; defensivo y crispado. Eso me sorprende y es un error. Es el tipo de política que rechazo.
- Usted dice que esta propuesta se les ocurrió en base a la idea del Ayuntamiento para soterrar las vías. Con las dificultades que hay solo para hacer el plan de las vías, ¿sería factible también con una carretera?
-Se basa en un chispazo creativo e inteligente de la ingeniería del Ayuntamiento. Sí sería factible. La dificultad es la misma y ya que se mete uno en ese berenjenal, que lo es... Estamos en una región de mineros y tuneleros; es pan comido y aunque tenga su dificultad técnica, es asequible. Hecho el soterramiento de las vías, hacer la carretera es posible. Entraría físicamente y la mayor parte se haría en terreno firme normal, lo más normal que es estar cerca de la ría.
- ¿En qué beneficia esta propuesta frente a la ronda norte?
-Es más corta, más directa, une los dos lados del puerto, que es el objetivo principal, y conecta inmediatamente con la autopista, y no con la variante. Esa carretera no está preparada para recibir tráfico pesado y estorbaría dentro de todo el concejo: es humo, ruido, polvo y ruptura de la estructura urbana. Y estropearía una variante que ahora funciona muy bien como vía rápida urbana. Pero sobre todo, la mayor ventaja del soterramiento es que quita completamente la barrera entre la calle del Muelle y el Niemeyer y la Isla de la Innovación. La Isla es la propuesta más audaz y más acertada del Ayuntamiento de Avilés; es una aportación importantísima a la economía de toda la comarca ya que permitirá dar el salto de la industria del siglo XIX y XX a la del XXI. La comarca-ciudad de Avilés empieza en el Aeropuerto y termina en Cancienes (Corvera) y es imprescindible que las soluciones satisfagan a los actores principales, que aquí son varios ayuntamiento. Hay que contar con todos. Es lo lógico. La otra alternativa, la ronda norte, no hace nada por ello. No quita la barrera, la deja como está.
- ¿Y por qué cree que el Ministerio, el Principado y el Ayuntamiento se han decantado por ella?
-Lo desconozco, carezco de bola mágica.
- A usted no le gusta nada esa opción...
-Es contraria a la estructura territorial urbana de la ciudad extensa de Avilés y no soluciona los problemas actuales.
- ¿Y el túnel bajo la ría?
-No estaba mal. Pero había que bajar hasta más de 20 metros debajo de la ría y era una operación más costosa y aleatoria. Hasta ahora nadie había planteado lo que propuso Jerónimo Basilio, que se inventó el truco de desviar el río Tuluergo. Desde entonces, el otro túnel se vuelve disparatado ya que podemos hacer lo mismo sin cruzar la ría, por la misma margen, y llegar al nudo que se está haciendo ahora en el PEPA. Simplemente gana por goleada desde el puto de vista lógico.
- ¿Por qué cree que nunca ha habido consenso en este tema?
-Creo que llevamos 12 años discutiendo esto porque la primera vez que se planteó la ronda cruzaba el peñón de Raíces. Se levantó en armas a un ayuntamiento contra el otro y produjo la discordia que no ha parado hasta ahora. Esa discordia no se debe a que los de Castrillón fueran muy malos, lo que era muy mala era esa propuesta de trazado, que es delictiva porque incumple leyes medioambientales y de patrimonio cultural. Era una solución pésima. Hubo un defecto técnico en el origen del conflicto que luego se convierte en político, comarcal, humano, personal y social. Resulta que ahora aparece de nuevo esa opción en el estudio informativo y eso es delictivo, no la ronda norte que se plantea desde el Ayuntamiento ahora.
- Hablaba usted antes de comarca. ¿Falta esa idea de comarcalización a la hora de abordar las infraestructuras?
-Absolutamente. Ha habido operaciones a espaldas de unos y otros, no ha habido consenso, no ha habido un sentarse juntos y negociar. Falta el convencimiento de que la posición de Avilés dentro del área metropolitana debe ser el resultado del consenso y el acuerdo entre los ayuntamientos que forman la ciudad de Avilés, que no es solo Avilés. No es un tema partidista sino de interés general, no son cuestiones ideológicas.
- ¿En ese debate también habría que introducir la conexión férrea con el aeropuerto?
-Sí. Estamos hablando de la ronda norte porque consume más titulares, pero la verdadera sustancia de la inserción de Avilés en el área metropolitana se llama ferrocarril de Renfe. A través del magnífico soterramiento en el parque del Muelle, se puede estuchar Renfe en Feve y que el tren llegue hasta el aeropuerto. Eso tiene muchas ventajas en el bienestar de los ciudadanos de la comarca. A partir de entonces, sí habría área metropolitana en Asturias ya que se haría la "Y" ferroviaria. La fluidez de movimientos será mucho mayor, es rentable desde el punto de vista económico, la movilidad se multiplica. Llevar Renfe a través de Avilés hasta el aeropuerto es sencillamente imprescindible.
- ¿Por dónde pasa el futuro urbanístico de Avilés?
-Está en la Isla de la Innovación y en el ferrocarril. Pero también hay que potenciar el servicios público de autobuses, además del de ferrocarril; potenciar los carriles bici y la circulación peatonal, que está descuidada. Hay que pensar un plan de movilidad comarcal.
