"Queremos una Formación Profesional humanizadora y de calidad porque la ética profesional es necesaria y para ello precisamos personas bien construidas", señala Ana Carmona, directora de la Escuela de Formación Profesional Solc Nou de Barcelona, pionera en desarrollar un modelo educativo que funde el aprendizaje con un servicio a la comunidad como parte integrante de la formación. La profesora trasladó esta semana al equipo docente del colegio Luisa de Marillac la experiencia vivida en la escuela catalana dado el interés del centro avilesino en el proyecto "Aprendizaje por Servicio", que comenzó a aplicar este curso en forma de campaña de donación de sangre.
Con la estrategia pedagógica puesta en marcha hace doce años en Solc Nou y que permite a los alumnos poner en práctica los conocimientos teóricos de la especialidad que cursan, los jóvenes "mejoran el rendimiento, la autoestima y la confianza en sí mismos, trabajan más en equipo, son más participativos, tienen mayor compromiso social y el absentismo se reduce de forma notable", destacó Carmona.
La docente relató que la implantación de dicha iniciativa surgió tras los comentarios de los empresarios que "nos pedían profesionales bien formados y, además, buenas personas, con buen fondo". Entonces, dijo, la escuela se implicaba en actividades solidarias, "pero los alumnos las veían como algo puntual, había que integrar el servicio a la comunidad en el centro", añade Carmona. Así, decidieron que los estudiantes del ciclo Cuidados Auxiliares de Enfermería llevaran sus conocimientos a la población inmigrante que buscaba trabajo y carecía de papeles. En horario lectivo comenzaron a prestarles una ayuda y esta acción despertó el interés de los profesores de los otros dos ciclos que oferta Solc Nou -Farmacia y Parafarmacia y Educación Infantil- por lo que entablaron relación con fundaciones, asociaciones, ong´s, centros de mayores, parvularios o barrios desfavorecidos para echar una mano en la mejora de la calidad de vida de los vecinos.
Con el paso del tiempo, este método se ha convertido "en una filosofía de educación" en la escuela barcelonesa, apunta su directora, para resaltar que a día de hoy "todos los alumnos forman parte de este modelo que ha entrado en la línea educativa".
A la lista de beneficios citados que ha reportado la innovadora estrategia y que además ha contribuido a aumentar el número de alumnos matriculados, Ana Carmona comenta que "nos impacta el cambio de visión de los alumnos, al pasar de una mirada caritativa a otra de justicia social; y es que cuando entran en esta filosofía cambian ya que empiezan a ver la vida diferente", dice. Dicho planteamiento formativo también ha tenido repercusión en el equipo docente.
"La convivencia entre los profesores ha mejorado ya que al ser un proyecto interdisciplinar, de trabajo en equipo, todas las asignaturas se trabajan juntas", observa Ana Carmona, consciente de los cambios que está viviendo la sociedad y el papel que ha de representar la escuela. "La educación sigue siendo convencional, vivimos en una burbuja y nos cuesta salir, pero tenemos el poder y el deber de ayudar y a la hora de innovar hay que hacerlo con sentido", concluye.
