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El Puerto supedita el proyecto del dique a que el Ministerio regenere Salinas

"En su día se redactó un convenio para ejecutar la obra que habría que renegociar porque entonces había fondos europeos", dice Rodríguez Vega

El dique de San Juan, en primer término, y los bloques de viviendas en primera línea de playa en Salinas (Castrillón). MARA VILLAMUZA

El presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, tiene las ideas claras en lo que respecta a la ampliación del dique de San Juan, la segunda y última fase de un ambicioso proyecto que colea desde el año 2002 cuando se construyó el tramo existente. "Ya hemos expresado nuestra disposición para asumir con fondos propios la financiación de la redacción del proyecto de ampliación siempre y cuando el Ministerio de Medio Ambiente sea quien aporte arena a la playa de Salinas", explicó Rodríguez Vega. No obstante, Medio Ambiente mostró su rechazó, ya en 2014, a aportar más árido al arenal castrillonense hasta que la obra del dique estuviera completa para evitar la fuga de arena hacia la bocana de la ría.

"Se trata de una obra costosa -la actuación requiere una inversión que ronda los diecinueve millones-, lo que podría frenar su ejecución a corto plazo. En su momento se redactó un convenio que ahora habría que renegociar porque entonces había fondos europeos Feder y ahora no", señaló. El Puerto, además, no pasa por asumir el coste de regenerar con arena la playa de Salinas, de acuerdo a un reciente mandato gubernamental. El Estado insta a la Autoridad Portuaria a reutilizar la arena dragada que cumpla los requisitos para regenerar el sistema de playas y dunar de Castrillón pero también a compensar con aportes de otros depósitos externos el material que no se pueda usar en el arenal castrillonense por carecer de las características necesarias. Santiago Rodríguez Vega, presidente del Puerto, tacha de "desproporcionado" obligar al puerto a asumir una competencia de Costas y busca una solución menos lesiva para la Autoridad Portuaria que, además, perjudicaría a la rentabilidad del Puerto avilesino.

Los únicos trabajos de regeneración de la bahía castrillonense mediante el aporte de árido se acometieron en 2004 con material de Cabo Vidío, un año en el que precisamente los temporales invernales, en vez de llevarse arena, la depositaron a toneladas en el litoral del concejo. Las obras comenzaron en noviembre de 2004 y concluyeron dos meses después. Consistieron en el aporte de 438.478 metros cúbicos de arena y se incluyeron en el proyecto de recuperación ambiental de la playa que acometió el Ministerio de Medio Ambiente.

En aquella actuación en el litoral castrillonense se invirtieron 13 millones de euros, pero el paso del tiempo reveló que no tuvo el efecto esperado. La playa de Salinas perdió en el periodo comprendido entre los meses de septiembre de 2005 y 2009 un total de 302.633 metros cúbicos de arena, una media anual de 75.000 metros cúbicos, según el informe que emitió en 2010 el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex).

"Lo nuevo es que esto lo tenga que asumir ahora el Puerto", reiteró Rodríguez Vega. Que insiste: "Nosotros podemos financiar con fondos propios la redacción del proyecto para ampliar el dique, un proyecto que se puede encargar solo si nos podemos de acuerdo de todos. De otra forma es imposible. Y en cualquier caso hay que buscar fórmulas de financiación para ejecutar la ampliación del dique".

El Ministerio para la Transición Ecológica, en el informe de impacto ambiental remitido hace poco más de un mes, se hace eco de los estudios científicos que achacan la regresión de las dunas del Espartal a los dragados en el puerto y de ahí que el Servicio de Espacios Protegidos y Biodiversidad del Principado recomiende que entre las medidas para contrarrestar la pérdida de arena esté devolver la acumulada en la entrada de la ría. La Autoridad Portuaria rechaza que los problemas erosivos detectados en el sistema dunar se deban a los dragados -solo sería achacable entre un 13 y un 16 por ciento de las pérdidas de arena, según el puerto-. También basándose en informes científicos, lo vincula a cuatro causas: inestabilidad del material sedimentario, formación de ondas de arena, efecto sumidero del canal de acceso al puerto y reflexiones en el paseo marítimo.

Hasta ahora, el puerto de Avilés, cada vez que hacía un dragado vertía todo el material en una zona autorizada mar adentro. A partir de los próximos trabajos, necesarios para que el canal de navegación conserve los 12,75 metros de calado, la Autoridad deberá depositar la arena útil en la playa sumergida de El Espartal, a una profundidad de 10-12 metros. El otro frente, la ampliación del dique, el Puerto lo deja en manos del Ministerio de Medio Ambiente. Ahí está el meollo.

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