La protectora Anadel ( Asociación Nacional de Animales con Derechos y Libertad) ha solicitado en el juzgado la aplicación de una medida cautelar que tiene como objetivo la retirada de los animales de la granja de La Menudera investigada por prácticas que podrían ser constitutivas de maltrato animal. Esa petición está centrada principalmente en dos áreas, la tenencia de animales y el daño a la integridad física que sufrieron los mismos en esa granja del alto de Cancienes.
La aplicación de la medida cautelar fue solicitada el jueves dado el estado en el que se halla los animales de una instalación agraria que cuenta con ganado bovino, equino y gallinas, tanto fuera como dentro de la finca. Según avanzó Elena López, portavoz de la protectora Anadel, la petición judicial afectaría a seis vacas, dos yeguas y a las aproximadamente cinco gallinas que habitan dentro de la vivienda.
"Las gallinas que hay fuera son incalculables, debe haber más de 150", señaló la portavoz de la asociación protectora que ha trabajado desde el primer día en las instalaciones para velar por la integridad de los animales. Fruto de ese trabajo, la mayoría de los perros enfermos y desnutridos que había en la granja ya están recolocados en sociedades protectoras.
Anadel también ha presentado una denuncia por maltrato animal en la instalación de La Menudera. La situación ha llegado a este extremo dado que ha fallecido uno de los perros, un cachorro, por falta de atención por parte de sus dueños. La denuncia está basada en un informe de la veterinaria Ana Bances.
"El otro día encontramos un zulo con tres perros de los que los propietarios no nos habían dicho nada. Es más, nos aseguraron que no había más perros. Los animales tenían sarna, entre otras enfermedades", señaló Elena López.
La protectora halló a los tres canes en compañía de una patrulla del Seprona. "Los perros estaban agresivos, querían mordernos, es una vergüenza que se tenga así a los animales, no hay derecho", añadió la portavoz de Anadel.
Esa visita de los miembros de la protectora y el Seprona fue gracias a la solicitud de una orden administrativa ejecutada por el Ayuntamiento, según explicaron desde la asociación en defensa de los animales Anadel.
