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La segunda vida de los perros de Cancienes

Los animales rescatados en la granja de La Menudera mejoran su salud, aunque todavía "tienen mucho miedo a los humanos", según la protectora

El etólogo Ramón Córdoba, con "Green", uno de los canes que salieron de la granja corverana.

La recuperación de los perros rescatados de la granja de La Menudera (Cancienes) avanza, pero va lenta. "Los problemas físicos van remitiendo, están recuperando fuerzas, pero lo peor son los problemas psíquicos. Siguen teniendo mucho miedo a los humanos. A los tres últimos que sacamos, todavía no podemos acercarnos sin precauciones", explica Elena López, miembro de la protectora Anadel, que se encargó, junto al Seprona, a principios de agosto, del rescate de los animales de la granja ubicada en Cancienes, en la que se encontraban en pésimas condiciones de salud y alimentación.

Los ejemplares que han salido ya de la granja -todavía quedan dos perros en la finca- están empezando a disfrutar de su segunda vida, "poco a poco". Los primeros en ser atendidos fueron seis cachorros. Por su situación de salud, comidos por la sarna y famélicos, no se podía esperar más tiempo para que recibieran atención veterinaria y, de hecho, uno de ellos murió pasadas unas horas y otros dos estuvieron críticos. "El tratamiento de la sarna funciona y ya no es contagiosa, aunque siguen con medicación y con cuidados alimenticios especiales", explica López.

Todos los perros fueron a la protectora "Canfelinz" de Grado tras su rescate, incluidos los cinco cachorros que sobrevivieron. Ahora, tres de ellos están ya con una familia de acogida mientras continúan con su recuperación. "Están trabajando con un etólogo -profesional que estudia el comportamiento de los animales-, Ramón Córdoba, porque siguen teniendo miedo, pero con cariño todo se arregla. Es lo que necesitan, aunque no sabemos si llegarán a reponerse del todo", añade la responsable de la protectora.

Tras los pequeños, fueron saliendo de la granja poco a poco el resto de perros rescatados, hasta un total de trece. "Los últimos tres que salieron los encontramos en un zulo apenas hace diez días. Son los casos más complicados, porque todavía no nos dejan acercarnos, pero es cuestión de que nos tienen miedo. Queda muchísimo trabajo", sostiene Elena López. "En Canfelinz, están haciendo un grandísimo trabajo, porque no es nada fácil poder rehabilitar a unos animales que han pasado por esto", sostiene la responsable de Anadel.

Algunos de los cachorros están ya con familias mientras se recuperan, pero Elena López hace hincapié en que no es fácil encontrar casas de acogida para animales con este pasado. "No es una acogida normal, necesitan muchísimos cuidados y paciencia. Hay que pensar que son animales que salen de una situación de maltrato y que las secuelas pueden ser de por vida. Somos muy exigentes con las personas que los acogen, no solo por el bien del animal, sino también por el de las personas", sentencia la especialista.

Pendientes de la Fiscalía

Anadel está pendiente de la respuesta de Fiscalía para tratar de sacar al resto de animales para su recuperación mediante una medida cautelar mientras se lleva a cabo el proceso judicial por un presunto delito de maltrato animal. La protectora tiene conocimiento de que dos perros todavía se encuentran en la finca. "No los hemos podido coger porque huyen en cuanto ven a una persona. Estamos pensando soluciones para poder acceder a ellos", explica López. El Ayuntamiento de Corvera medió para que la protectora pudiera llevarse a los perros, cuyos dueños accedieron al rescate.

Sin embargo, no son los únicos animales que preocupan a Anadel. En la granja también hay varias vacas y caballos, además de decenas de aves de corral, que según la protectora requieren ayuda. Al tratarse de ganado, es el Principado -y no el Ayuntamiento como en el caso de los canes- el responsable de poner solución al problema. Los trámites van despacio y los miembros de Anadel espera que un juez les de permiso para sacar a las reses.

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