La empresa asturiana Windar Renovables aspira a formar parte del mayor complejo eólico marino del Mar Báltico, con una capacidad instalada de 836 megavatios y una inversión de 2.500 millones de euros. La firma del grupo Daniel Alonso, en UTE con Navantia, es una de las candidatas a participar en los futuros parques de la eléctrica española Iberdrola Baltic Eagle y Wikinger Süd, que constituirán el mayor proyecto de energías limpias marinas del Báltico. El anuncio se hizo ayer en el puerto de Sassnitz, en la isla alemana de Rügen, que acogió la inauguración oficial de Wikinger, la primera instalación en alta mar en la que participó Windar de la mano de Navantia y el primer proyecto de este sector cien por cien español, liderado por la compañía que preside Ignacio Galán.

Wikinger suministra 350 megavatios (MW) de capacidad a la red eléctrica alemana y aporta energía renovable a 350.000 hogares, el equivalente al 20% de la demanda de energía del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Con su entrada en funcionamiento a pleno rendimiento se dejan de emitir a a la atmósfera casi 600.000 toneladas de CO2 al año.

"La transición energética es una oportunidad para la reindustrialización en nuestro continente", enfatizó Francisco Martínez Córcoles, director general de los negocios de Iberdrola, en un acto en el que también intervinieron el ministro de Energía del estado de Mecklemburgo+-Pomerania Occidental, Christian Pegel y el CEO de 50 Hertz, Boris Schucht.

El presidente de Windar Renovables, Orlando Alonso, destacó que Wikinger supuso su "entrada en el mundo de las fundaciones offshore hace tres años" gracias a la alianza con Navantia. "A través de Wikinger somos hoy uno de los proveedores importantes en este tipo de suministros", señaló Alonso, que no cejó en agradecimientos a Iberdrola por la confianza en su firma. "Es una compañía que está apoyando a la empresa española y a la asturiana, como es nuestro caso. Optaremos a nuevos contratos en un futuro con Iberdrola. Estamos trabajando con ellos en nuevas licitaciones y esperamos tener éxitos en el corto plazo", apuntó el empresario avilesino.

El proyecto Wikinger impulsó el sector eólico español y marcó la entrada de Iberdrola en el mercado eléctrico alemán, país en el que se acaba de adjudicar la construcción de otros dos parques eólicos: Baltic Eagle y Wikinger Süd, ambos aún pendientes de las pertinentes adjudicaciones a los contratistas.

La suma de estos tres proyectos, todos ellos situados junto a la isla de Rügen, dará lugar al mayor complejo "offshore" (mar adentro) del Báltico, con una capacidad total instalada de 836 MW y una inversión conjunta de 2.500 millones de euros. Alemania pasa a convertirse, así, en un área clave para el grupo Iberdrola en los próximos años, junto a sus mercados centrales: Estados Unidos, Reino Unido, México, Brasil y España.