Laudelina Sánchez, una de las mujeres más queridas de Miranda, falleció ayer a los 92 años. La iglesia de Santo Domingo acoge esta tarde (16.00 horas) su funeral, una ceremonia que presidirá el párroco Francisco Javier Panizo y en la que participará el histórico titular del templo: José Manuel Feito. "Trabajó mucho conmigo: en la administración y en el archivo de la iglesia. Sólo podemos darle las gracias", se lamentó el sacerdote.

Sánchez fue sobrina de Generoso y Constante Rodríguez, los últimos caldereros de Miranda, uno de los oficios artesanos más característicos de la parroquia. Además, se encargó de atender a sus dos tíos en sus últimos días en el mundo.

La mujer había nacido en 1926 en Miranda. Se formó como maestra. El título lo obtuvo en el curso 1953. Un año después, según cuenta Feito, comenzó a hacer sustituciones de Dolores Cabeza, que en Miranda todavía recuerdan como doña Lola. Dio clase posteriormente en las escuelas de La Maruca y de Jardín de Cantos. Abrió su casa a clases particulares y allí se formaron muchos veteranos del popular barrio avilesino. Se jubiló, sin embargo, en el Laboratorio Rapado. Nunca se casó.

El compromiso con la parroquia de Laudelina Sánchez se amplió a todas las actividades que se organizaban en su barrio. Ella siempre se mantuvo al pie del cañón, aseguran.