Los temblores del terremoto que acaba de sufrir el PP de Asturias con la elección de Teresa Mallada como candidata a presidir el Principado han llegado a la junta local de Avilés, pero no han agrietado el plan que prevé que Esther Llamazares sea la cabeza de lista en los comicios municipales de mayo, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Mercedes Fernández sigue siendo la presidenta regional de la formación y, por lo tanto, tiene el control del comité electoral autonómico, que debe validar las propuestas que salgan de cada concejo (salvo Oviedo, que depende directamente de Génova). En paralelo, ha emergido la figura de la concejala y "número dos" de Nuevas Generaciones a nivel nacional, Reyes Fernández Hurlé, con numerosos respaldos en Madrid y que ha ganado influencia y poder político tras el vuelco de hace dos días. Muchos especulan ya con que formará parte de la candidatura a la Junta General por la circunscripción central, en un puesto "de salida".
El PP de Avilés, que preside el diputado autonómico Pedro de Rueda, constituyó a finales de diciembre su propio comité electoral, que será el encargado de proponer el candidato a la Alcaldía en cuestión de días, a lo sumo, semanas. Y, para sus miembros, nada ha cambiado en las últimas 48 horas. Este órgano tiene previsto poner sobre la mesa el nombre de la empresaria Esther Llamazares, secretaria general de la formación en la ciudad, al entender que está legitimado para realizar este movimiento, de acuerdo a los estatutos internos.
Esta propuesta, en el caso de que finalmente llegue a concretarse, se elevaría después al comité electoral autonómico, que tendría que darle el visto bueno, algo que parece más que probable. Es decir, tan sólo la imposición de una gestora en la dirección regional por parte de Génova podría dar al traste con esta hipotética elección, que está prevista ya desde hace varios meses.
Pero, aunque la teoría resulte sencilla, la práctica entraña más complejidades. A nadie en el PP asturiano se le escapa ya que el partido está abocado, por el momento, a una bicefalia, con Teresa Mallada como cartel electoral y Mercedes Fernández como presidenta. Así que las operaciones que hasta ahora parecían fáciles de ejecutar precisarán de un diálogo mucho más amplio. No obstante, nadie sabe por el momento cuánto querrá Mallada influir en la elaboración de las listas locales. Y, en caso afirmativo, menos aún se conoce en qué concejos tiene pensado intervenir.
En ese reparto interno del poder municipal estará precisamente una de las claves de la cohabitación que inaugura el PP regional. La otra clave será la configuración de las listas para las elecciones autonómicas. Los próximos a Mercedes Fernández dan por hecho que la líder defenderá el trabajo de los miembros de su equipo a la hora de elaborar las candidaturas. Una creencia reforzada por el respaldo que le brindó públicamente el secretario general, Teodoro García Egea, hace tan sólo unas horas.
En clave avilesina, mención aparte merece el papel que pasará a desempeñar Reyes Fernández Hurlé. La concejala ha ganado en los últimos meses experiencia y apoyos gracias a su trabajo en la sede nacional de la formación. Distanciada desde hace tiempo de la dirección regional, se ha convertido en uno de los referentes del equipo de Pablo Casado en Asturias. Su posición es ahora más fuerte que nunca.
