La tarde de ayer en Avilés fue fría y, a la vez, y paradójicamente, también calurosa. En el teatro Palacio Valdés y, al tiempo, en el auditorio del Centro Niemeyer. Barry Palmer y los avilesinos de "Tubular Tribute" por un lado y, en la otra orilla de la ría, el pianista y compositor belga Wim Mertens a todo gas. Dos tardes musicales enormes y a la misma hora.

Mertens no es nuevo en la música: lleva en el negocio más de cuatro décadas y eso se ha materializado en más de sesenta discos y en infinidad de conciertos. El de ayer tarde está incluido en la gira "Wim Mertens In Concert Tour 2019": él, su piano, y los espectadores sobrecogidos.

El concierto avilesino llegó después de haber triunfado en La Coruña, de haber logrado emocionar con su magisterio con el teclado. Su último trabajo es "That Wich Is Not" y en él dejó claro de nuevo que no entiende las distancias y las fronteras que existen entre la música clásica y la más popular. Mertens se maneja a un lado y a otro con aplauso y admiración. Y eso se dejó notar anoche en Avilés. Lo había explicado en las páginas de este mismo periódico: "He tenido una formación clásica, pero creo que debemos ir más allá". Y Mertens hace tiempo que ha materializado su propia concepción musical.

Pero no todo fue ayer tarde música minimalista. En el Palacio Valdés la banda "Tubular Tribute", la de los avilesinos Richard García y Rubén Álvarez, ofreció un concierto más extraordinario aún que el del año pasado en la Casa de Cultura. Y lo fue más por la presencia sobre la escena de Barry Palmer, que fue el cantante que puso la voz al disco de Mike Oldfield "Discovery", un álbum que se volvió a escuchar en el odeón avilesino.

La banda avilesina fue la que apoyó a Palmer en un espectáculo destinado a rendir homenaje a uno de los compositores de música moderna más aplaudidos desde hace cuatro décadas. El otro homenaje fue al propio Palmer.

Los avilesinos y el británico consiguieron anoche que los espectadores que se juntaron en el Palacio Valdés no echaran de menos al creador de los temas que aliñaron una fiesta melódica ayer tarde, que en Avilés hubo música para todos, para los mismos y también para los ubícuos.

El Palacio Valdés es escenario propio para el teatro, pero los músicos de primera lo han tomado para presentar sus temas predilectos. El próximo 5 de abril, Glenn Hughes, ex "Deep Purple", tiene previsto tomarlo.