Llaranes va camino de convertirse en un territorio cuasi legendario. El director de escena y programador teatral Fernando Sánchez Cabezudo se ha dado cuenta de ello en una semana de trabajo intenso en el poblado levantado a la sombra del paternalismo de Ensidesa. Él y Raquel Alarcón son dos de los responsables del proyecto "story walkers" (una app con historias teatralizadas para escuchar y ver en el teléfono móvil) de Llaranes, una manera singular de conocer el barrio a través de las historias que contiene, las que cuentan sus vecinos en primera persona y han descubierto los promotores de una iniciativa apoyada por el Ayuntamiento de Avilés y que aúna teatro y nuevas tecnologías, historia y hasta turismo patrimonial.
El proyecto que se está cociendo entre Llaranes y Madrid tuvo su primera experiencia en el barrio de Usera. "Lo que hicimos fue preguntar a los vecinos cuáles eran sus historias más llamativas. Tras recogerlas, se las pasamos a distintos dramaturgos. Las escribieron. Los actores las representamos, las grabamos y las colgamos en una aplicación de móvil", explica Sánchez Cabezudo. La particularidad más señalada del proyecto es que "esta app está geolocalizada". O sea, quien se la baje, cuando recorra Llaranes, recibirá una alerta. Al responder, descubrirá la historia que los vecinos quieren contar a los usuarios de "story walkers".
Sánchez Cabezudo y Raquel Alarcón han entrevistado esta misma semana a 16 personas. "Esta es la primera fase del trabajo: la recopilación documental. Lo que hemos tratado de hacer es involucrar a todo el barrio", señalaron. El material recogido -entrevistas, conversaciones- pasará a mano de los dramaturgos que, con esa materia prima, escribirán sus respectivas ficciones. En paralelo, el equipo de sonido del proyecto de "story walkers" grabará recursos: ambiente en los bares, coches, ruido interior de la fábrica...
Las historias del barrio son tan diversas como la de la protesta laboral que acabó con un grupo de sindicalistas acampados en lo alto de un gasómetro o la de la gran explosión de 1971, cuando la acería de Ensidesa saltó por los aires y algunas piezas volaron hasta las calles de Llaranes... "Lo que buscamos es contar la historia del barrio en todas sus etapas: desde su construcción hasta ayer mismo", concreta Sánchez Cabezudo. Para esto han entrevistado, entre otros, a Chus Rodríguez, exsindicalista, obrero de Arcelor, hijo de campanero y cofrade del Santo Entierro de la Sardina; a José Ángel del Río, expresidente del Club Popular de Cultura "Llaranes"; a la exjugadora internacional de balonmano Milagros Villanueva... "También hemos involucrado a colectivos como el grupo de teatro 'Santa Bárbara', a 'Escontra'l raigañu'...", comenta Alarcón.
"Hemos encontrado un barrio que es feliz y que también lo fue -o al menos así lo recuerdan quienes dan testimonio del pasado-, un barrio marcado por la fábrica y por su política paternalista. Pero también vemos que Llaranes quiere seguir siendo feliz una vez suelto de la mano de Ensidesa. En Llaranes no sólo hay memoria, percibimos que tiene un futuro enorme", concluye Sánchez Cabezudo. Un barrio de leyenda que pronto se podrá visitar "de otra manera" gracias a las nuevas tecnologías.
