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Vigil, sobre el e-mail en que teme su despido inminente: "Era desesperado"

El agente de viajes acusado en el "caso Niemeyer" expuso en detalle el procedimiento que se seguía en su empresa para gestionar los servicios prestados a la Fundación del Centro Niemeyer, pero entró en varias contradicciones durante su relato. Si bien incidió en que nunca alteró facturas, ni de motu propio ni por encargo, casi al final del interrogatorio dijo que firmó un documento en enero de 2013 en el que reconoce que sí que confeccionó facturas al margen de la facturación oficial, "fuera de protocolo".

Como en la sesión del lunes, se hizo referencia a un correo electrónico remitido por Vigil al exsecretario del patronato, José Luis Rebollo, y a Natalio Grueso, en el que se manifiesta agobiado por la deuda acumulada con el Niemeyer: "Sobre la deuda, que tengáis en cuenta que no puedo cumplirlo durante más tiempo. Estoy arriesgando mi puesto de trabajo más allá de lo razonable. Tengo una inspección de mi central en Madrid. Es motivo de despido inminente". El acusado dijo ayer al respecto que fue una especie de mensaje "desesperado" para que efectuaran los pagos pendientes, pero no tuvo respuesta.

El fiscal y el abogado de la acusación particular, Alejandro Riera, leyeron varios correos más, intercambios entre el despacho de Rebollo y Vigil. Se refieren a conversaciones sobre reconocimientos de deuda por sumas que superan los 250.000 euros y con una auditoría. Un trabajador de Rebollo escribe a Vigil, según se leyó en la sesión: "Aquí lo que es crucial es lo de los abonos de 2010, necesito que me digas cuales se hicieron para tapar un gasto excesivo y cuales son de verdad". Y otro en el que el mismo trabajador pregunta: "¿Hay alguna factura más por algún cajón? Cada vez me sacas más". Durante la sesión, Vigil vino a decir que lo del "cajón" era una especie de término coloquial y le restó importancia.

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