Experta en Sociología de la Educación, Amparo Tomé es especialista en asuntos de género en etapas escolares. Hoy (10.00 horas) será la encargada de abrir, con una charla, la II Jornada de Buenos Tratos que organiza el Centro del Profesorado y de Recursos de Avilés (CPR) en el colegio de Llaranes.
- En la charla de hoy va a hablar sobre la adquisición de buenos hábitos. ¿Son tan fáciles de adquirir como parece?
-Está científicamente probado que las neuronas se reproducen más rápido cuando somos educados bondadosos o tiernos. A la vez que esto te hace bien a ti, también se lo hace al grupo. Y sí, suena facilísimo, pero no lo es. Vivimos en un neoliberalismo cuya base es el consumo que no incorpora estos valores. Eso por un lado. Por otro está el patriarcado, que es el otro gran problema y que hace que se eduque diferente a hombres y mujeres y que también va en su contra y que hace que a las mujeres nos sigan matando por serlo y que las niñas estén hipersexualizadas.
- ¿Hipersexualizadas?
-Sí. Son modelos de consumo. Antiguamente eran las revistas las que los marcaban. Hoy es cualquier vídeo de YouTube... Las niñas están educadas para gustar al hombre. Se ve en cualquier película. Vivimos en una sociedad en la que la niña que es más cauta y está menos hipersexualizada tiene menos caché. Ahora, quien lo permite es la escuela y la familia, que es a final quien le compra la ropa o quien le regala un aumento de pecho. Y esto no deja de ser patriarcado y capitalismo.
- ¿A qué edad se empieza a percibir el machismo?
-A los dos años y medio o tres ya se empiezan a notar signos de machismo. A esa edad ya no quieren jugar con nada que se refiera a las niñas, se ponen a llorar si les ponen unas medias rosas... desprecian lo femenino. Hay que tratar de romper la dualidad niño-niña desde pequeño. Tienen que interiorizar que los juguetes son para jugar igualmente.
- Cada vez se ve a más niñas y niños jugando a fútbol en el patio del colegio.
-Porque las niñas incorporan lo masculino. Los niños no incorporan nada femenino. Desgraciadamente, se está perdiendo el juego. Salvo el fútbol, el baloncesto o el voleibol... ahora los niños ya no juegan.
- ¿Es culpa de los dispositivos electrónicos?
-Se los dan para que coman, para que les dejen un ratito en paz... Es una herramienta que les puede servir para mil cosas, pero otra es que no se despeguen de la máquina. Es fácil dárselo, pero luego cuesta limitarlo.
- ¿El cachete de toda la vida sirve para educar?
-Un cachete no hace mal a nadie. Otra cosa es que el cachete sea todos los días o que se viva con miedo a él.
- ¿Las familias son conscientes de inculcar estos valores de los que habla o les preocupa más que aprendan a multiplicar?
-A multiplicar. Y no saben que a eso pueden aprender en cualquier momento de la vida. A edades tempranas lo importante es poner la vida en el centro de la vida. Que entiendan que las personas son lo más importante que tenemos en el universo además de la Tierra. Que aprendan a no maltratar, a no tirar el agua, a cuidar los árboles... El problema es que muchas veces sucede lo contrario. Hay gente que pone el trabajo y la explotación en el centro y eso nos lleva a una espiral de malos hábitos.
