Los primeros momentos de la desaparición de Dévora Salas Blancofueron agónicos para el joven que la acompañaba, su pareja Borja Ovies. "Dice que la imagen de ella tratando de nadar después de que la ola la arrastrara se le repite una y otra vez, no se le va a olvidar en la vida. Tenemos que animarle para que se levante de la cama, está hundido", señaló ayer la madre de Ovies, Nuria Fernández, que visitó junto a su hijo el puesto de mando avanzado del dispositivo de rastreo de la joven vecina de Luanco, en otro día sin noticias del cuerpo. Mientras tanto, la Guardia Civil tiene armado el puzle de lo ocurrido hacia las dos de la mañana del pasado lunes y la conclusión apuntala la versión del joven: que una ola sorprendió a la pareja mientras capturaba percebes en la punta del Pical, en Arnao.

El joven recuerda que vio a Dévora Salas tratando de salir del agua tras la ola que a él le dejó sentado en la roca y cómo momentos después desapareció de su vista engullida por el mar. Según fuentes de la investigación, las primeras explicaciones que dio Ovies a la Guardia Civil en el inicio de la búsqueda, esa misma noche, fueron confusas, pero cuando el joven se atrevió a confesar que se encontraban capturando percebes, algo prohibido en esta época del año, las piezas encajaron.

La Benemérita requirió además las imágenes de las cámaras de seguridad de los edificios de la zona. Aunque ninguna de las cámaras apuntaba al lugar en que la ola arrastró a Salas, según fuentes de la investigación, en las diferentes imágenes se ve como la pareja baja tranquilamente hacia la roca elegida para la captura del molusco; cómo el joven visiblemente nervioso trata de buscar a la mujer en el agua y sale corriendo en dirección contraria para buscar ayuda -Ovies explicó que su móvil estaba en la riñonera que portaba ella cuando se cayó- y cómo poco después regresa para seguir intentando dar con Dévora Salas mientras llegan los servicios de emergencia, corroborando de puntaa cabo la versión final que dio el novio.

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Buscan en Salinas y Arnao a una mujer que cayó al mar mientras pescaba de madrugada

La tercera jornada de rastreo de Dévora Salas finalizó ayer sin éxito y las esperanzas están puestas en que los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas), que hoy las condiciones del mar sí les han permitido realizar inmersiones, puedan acceder a los rincones y cuevas del Pical o que aparezca alguna prenda u otro indicio que pueda acercar a los agentes del dispositivo a la localización del cuerpo de la mujer.

Los rastreos por aire se iniciarán en torno a las 14.00 horas ya que la bajamar hoy está prevista para las 15.15. Como en días anteriores se irán turnando el helicóptero de Salvamento Marítimo, Helimer, con el de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).