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Un amigo de la víctima: "Llamé a Paloma el viernes y estaba bien"

El joven asegura que Paloma Barreto, también conocida como Sara Fernández en la red social Facebook, "llevaba dos meses fuera de su domicilio alicantino"

Un amigo de la víctima: "Llamé a Paloma el viernes y estaba bien" | RICARDO SOLÍS

Un amigo alicantino de la víctima que responde al nombre de Eduardo declaró anteayer en la Comisaría de la Policía Nacional en Alicante a petición de mandos asturianos. El joven manifestó que Paloma Barreto, también conocida como Sara Fernández en la red social Facebook, "llevaba dos meses fuera de su domicilio alicantino" y que además hablaba a menudo con ella. "La última vez que hablé con ella fue el pasado viernes solo para saber cómo estaba, me dijo que estaba bien y que estaba en Avilés", señaló el amigo de la víctima a este periódico.

Esa llamada telefónica se produjo aproximadamente sobre las 11.00 horas, según destacó el alicantino. Es probable que fuera una de las últimas que recibió la mujer transexual de nacional brasileña. Según la investigación, a las pocas horas, su homicida le asestó un total de dieciocho puñaladas en la casa de citas de la calle La Cámara, tanto en la parte delantera como posterior del cuerpo, una agresión que acabó con su vida.

Según las últimas palabras de Paloma Barreto a su amigo, "era la primera vez que estaba" en Avilés. Eduardo es uno de sus allegados más cercanos a la víctima. Es más, hace tiempo mantuvo una relación sentimental con la transexual brasileña de 38 años y actualmente compartían domicilio en la capital alicantina, en la que ella vivía desde hace años, entre desplazamiento y desplazamiento. Durante las notables y largas ausencias de Barreto de su vivienda habitual, Eduardo era el encargado de estar al cuidado de sus mascotas, varios perros de los que Barreto presumía en las redes sociales.

Según su perfil en la red social Facebook, la transexual brasileña Paloma Barreto había visitado en los últimos meses varias ciudades españolas, como Santiago de Compostela, Palma de Mallorca y también Avilés, el último lugar que pisó antes de su brutal asesinato en la vivienda situada en la puerta izquierda de la séptima planta del número 62 de la calle La Cámara. "En una zona tranquila", según relatan los propios vecinos.

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