Fernando González García se declara "independentista" de su pueblo, La Arena, al que considera una perla guardada dentro de una concha que es necesario extraer y pulir para para darle vida y promoción. Su creatividad fluye a borbotones y, entre otras genialidades, es el padre de L'Anguleru, el personaje navideño que nació en La Arena y que con el paso del tiempo se ha convertido en un mágico ser que le come la carnada a Papá Noel en media Asturias. Ahora, González quiere que la cabalgata de L'Anguleru sea de interés turístico regional tras doce años alimentando la ilusión de los más pequeños.
Lo de ser "independentista arenesco" le viene en los genes. Su abuelo y otros armadores ya reclamaron la soberanía frente a Soto del Barco en los años treinta del pasado siglo "porque se aprovechaban de todos los recursos del pueblo sin recibir nada a cambio". De niño, Fernando González era tranquilo. Estudió en el San Fernando de Avilés y más tarde Historia del Arte en Oviedo. Comprobó que no era lo suyo y cambió por Comunicación Audiovisual en Madrid. Amaba sus estudios, pero solo pensaba en regresar a Asturias, a La Arena. El presidente del colectivo cultural "Garabuxada" tenía claro de chaval que lo suyo era la comunicación. En 1992, tenía una cámara y q uería convertirse en un comunicador, en un juglar del siglo XXI capaz de entretener a la gente desde detrás de las cámaras. Trabajó en Teleavilés, donde hizo las prácticas, también en Telegijón y después fichó por una productora de la televisión autonómica.
Poco a poco Fernando González cumplía su sueño: vivir en La Arena, el pueblo de sus amores, generar contenidos de proximidad y de entretenimiento para los asturianos en la televisión pública y, paso a paso, ir moldeando la idea de crear un personaje navideño nacido "en un pueblo de la Asturias vaciada de la costa", donde los oriundos de su generación, los nacidos en 1979, se cuentan con los dedos de una mano pues residen en otras ciudades asturianas o de afuera. A Fernando González le encantó que su ahora mujer, Vanessa Rodríguez, "quisiera venir a vivir a La Arena".
Al presidente de "Garabuxada", natural del barrio de L'Arrabal le encanta crear personajes. Muchos de ellos han tenido éxito, como es el caso de L'Anguleru o "La Marquesina" -"propuesta en un principio como Mamá Noel asturiana"-, "Petiso", "Toño" y "Raikonen", entre otros, que formaban parte del desaparecido programa televisivo "Terapia de grupo". Fernando González dice que lleva la televisión en la sangre y mientras tanto su cabeza no para de maquinar. Cada año a L'Anguleru le rodea algo nuevo y con el paso de los años ha convertido la Navidad asturiana en una especie de "Juego de tronos" en el que el personaje arenesco, que salió de la cabeza de González y su amigo Víctor Gijón, es el principal y tiene un puñado de colaboradores por toda Asturias.
Proyectos tiene mil, y más para La Arena. Quiere desarrollar un museo virtual en su pueblo, realizar un homenaje a las carboneras del Nalón con una estatua y explicar por qué la arena de la playa de Los Quebrantos es negra. También tiene en mente convertir a su pueblo en una especie de parque temático en el que La Arena sea el pueblo de Asturias "en el que reside la Navidad" con un recorrido turístico que daría a conocer todas las singularidades del pueblo bañado a un lado por el río Nalón y al otro por el mar Cantábrico, como puede ser la angula, su pesca y la posibilidad de habilitar espacios con una lancha y un photocall con el personaje navideño arenesco y por extensión, asturiano.
Fernando González es de la opinión de que con "muy poco se construye mucho" y que es mejor lanzarse a desarrollar proyectos antes que meditarlos mucho y no llevarlos a cabo. Lo hizo con L'Anguleru y los resultados se pueden comprobar. El presidente de "Garabuxada" afirma que sin el apoyo de su madre, Rosa García, y su hermana, Manoli González, las acciones que ha planteado no serían posibles. Para seguir manteniendo la ilusión y las ganas de seguir creando, de tener activa su cabeza de proyectos, defiende el papel fundamental de sus dos hijos, Rubén de ocho años y Carla de cuatro. Aunque en realidad, tiene otro hijo mayor: L'Anguleru.
Y entre tanto, González afirma que no tiene ningún tipo de afición. "Tengo pretensiones", recalca. Destaca que le gusta andar en bici, pero como no tiene tiempo, hay ocasiones en las que pedalea en la estática. "Pero a mí lo que me gusta es organizar eventos con mi pareja de actividades, Víctor Gijón; me gusta promocionar mi pueblo porque no se mira para él ni se desarrolla todo su potencial", señala este hombre que piensa que lo más importante en la vida es una sonrisa y que todas las acciones que desarrolla van encaminadas a ese fin. En su estado del servicio de mensajería Whassapp, Fernando González García así lo refleja no solo con un "smiley" sonriente sino con una frase en el estado que reza: "Sonríe y ejercitarás 400 músculos".
