Tras ser becada por la Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca de la Generalitat de Catalunya y un periodo de investigación en el área de Nefrología Experimental del Hospital Universitario Arna de Vilanova de Lleida, Sara Panizo (Avilés, 1980), bióloga graduada por la Universidad de Oviedo, regresó a Asturias para unirse como investigadora posdoctoral al servicio de Metabolismo Óseo y Mineral del HUCA. En estos años ha tenido además la posibilidad de participar en catorce proyectos de investigación, algunos de ellos como investigadora principal. El próximo mes de febrero recogerá en Madrid el premio de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo por su investigación en busca de biomarcadores tempranos en procesos de desmineralización ósea y calcificación de los vasos.
- ¿En qué consiste su proyecto?
-La calcificación vascular, el aumento de rigidez de los vasos, está íntimamente ligada a la pérdida de hueso. Esta es una complicación frecuente y una de las principales causas de mortalidad en población envejecida, especialmente en pacientes con enfermedad renal crónica. El problema de estos trastornos minerales asociados con el envejecimiento es que se diagnostican en etapas tardías, con las manifestaciones clínicas ya establecidas. Por tanto, es vital la búsqueda de biomarcadores no invasivos y sensibles para predecirlas de manera temprana. Nosotros nos centramos en buscar "microRNAs", que son unas moléculas muy pequeñas de ARN. Estas microRNAs son excelentes candidatas ya que se detectan fácilmente en suero, por técnicas simples y poco costosas (sería sacar sangre y una medición bastante simple), y con la ventaja de ser específicas de estas alteraciones y podrían permitir diseñar nuevas estrategias terapéuticas efectivas para prevenir la pérdida de hueso y la calcificación vascular.
- ¿Qué es una calcificación vascular y por qué ocurre?
-Es una deposición de sales de calcio en las arterias que son las que llevan la sangre a los tejidos. Cuando esto ocurre, las arterias, que originalmente son muy elásticas y ayudan a que el impulso del corazón transporte la sangre a los tejidos, se van poniendo cada vez más rígidas y al corazón le cuesta más impulsar la sangre y facilita algo muy común con la edad, la insuficiencia cardiaca. Hace años se consideraba que este proceso era algo irremediable como consecuencia del envejecimiento, hoy sabemos que si bien parte de esto es así, no a todos los que envejecen les pasa lo mismo, o sea, no solo es la edad. Hay otras razones, muchos otros factores que al final a través de su acción sobre distintas proteínas pueden favorecer o contrarrestar esta predisposición a depositar calcio en las arterias.
- ¿Hay personas propensas genéticamente o son patologías que surgen por malos hábitos?
-Es un proceso favorecido por la edad, pero además existen factores propios de la persona que las hacen susceptibles a calcificar antes como algunas enfermedades genéticas, por suerte poco frecuentes, y otras más frecuentes como la diabetes. A estos factores genéticos los llamamos factores no modificables, pero la buena noticia es que los factores modificables son muy importantes y sobre ellos se puede actuar, entre ellos la dieta, pero también lo son una vida no sedentaria. Estos factores son tan potentes que pueden incluso ayudar a contrarrestar el efecto negativo de los genéticos, un buen ejemplo es la diabetes.
- ¿Cuál es el perfil del enfermo?
-Las calcificaciones vasculares son más frecuentes en los mayores y en patologías como la enfermedad renal crónica, en la que nuestro grupo tiene especial interés. Ahí las calcificaciones son más frecuentes y aparecen antes.
- ¿Qué permiten los micromarcadores de los que habla?
-Las células del vaso antes de calcificar cambian: dejan de ser células musculares (elásticas) y se parecen más a las células de hueso. Si conseguimos detectar estos cambios en estadios muy iniciales, será mucho más fácil actuar, se aceleraría el diagnóstico de las calcificaciones y, además, podría ayudar a descubrir fármacos que puedan combatir esta situación. Por tanto, nuestros resultados podrían tener repercusiones en la calidad de vida de las personas y, además, reducirían los costes asociados a los tratamientos actuales.
- ¿A qué riesgos se enfrenta un paciente con calcificaciones vasculares?
-Problemas cardiovasculares muy graves como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad vascular periférica.
- ¿Cuál es el tratamiento?
-Actualmente no existe tratamiento y cuando se detectan ya no se pueden revertir. En esta área de momento es la prevención, evitar todo aquello que sabemos que lo favorece. De ahí la importancia del diagnostico precoz.
- ¿Se puede acabar con la calcificación vascular desde el punto de vista científico?
-En nuestro grupo tenemos en marcha estudios liderados por nuestro jefe, el doctor Jorge Cannata Andia, y por la doctora Adriana Dusso para prevenir o frenar la calcificación vascular con un compuesto de origen natural. Los resultados que tenemos en células (y en unos pocos individuos) son muy esperanzadores. Sería genial encontrar algo que hiciera desaparecer las calcificaciones ya establecidas, hay un fármaco que ha mostrado ser útil en experimentación animal y en los primeros ensayos en humanos parece que va por buen camino, pero no será fácil. Detectarlas pronto y evitar que progresen con lo que ya sabemos es todavía lo de mayor utilidad.
