"Debería haber más flexibilidad sobre los casos en los que se puede aplazar un juicio". Su coincidencia con un juicio en el que asistía a un cliente impidió que la concejala del Partido Popular Estefanía Rodríguez asistiese al último Pleno municipal. "Solicité el aplazamiento de la vista en tiempo y forma y se me denegó; pedí adelantar la Sesión un hora y la Alcaldesa tampoco quiso; y me vi obligada a renunciar a mis deberes como cargo electo público", lamentaba ayer la edil, que considera que en la justicia falta holgura para compaginar abogacía y vida municipal.
Pese a que achaca la imposibilidad de acudir al Pleno del pasado viernes a una serie de fatales coincidencias -"era un caso muy complejo en el que no podía asistir otro compañero, la otra parte no puso facilidades y el funcionario quizás no puso todo de su parte"-, Rodríguez lamenta las pocas facilidades que existen para compaginar la abogacía con su condición de edil.
Y no sólo a estos actos. También alude Rodríguez en su queja a aquellos relacionados con la conciliación familiar o la maternidad. "Al poco de dar a luz, tuve que ir a un juicio casi recién parida, porque no concedieron el aplazamiento", ejemplifica la edil popular, que también apuró la baja laboral hasta las últimas semanas de gestación. Aunque confía en que esta situación no se vuelva recurrente durante el presente mandato, Rodríguez tiene claro que de tener que renunciar a su acta de concejala o a su profesión, lo haría a la primera. "Al final, lo que me da de comer es la abogacía", explica la edil, quien no obstante dice ver remota la posibilidad de tener que enfrentarse a esta situación.
Las demandas de Rodríguez son compartidas por el también abogado y delegado en Avilés del Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo (ICAO), Andrés Bermúdez, quien corrobora que la asistencia a un Pleno no entra dentro de los supuestos que obligan a aplazar un juicio. "Jurídicamente no es algo reclamable, pero es cierto que sería interesante ampliar el tipo de condiciones que prevén esta circunstancia", asegura el letrado, sobre lo que considera una reivindicación histórica del colectivo. "Somos autónomos y hay compañeros que tienen segundas actividades que hoy en día son muy difíciles de combinar", afirma.
