"Cuando me ve me insulta y me amenaza de muerte. Tengo que mirar si está en El Perla o en el Happy Day (bares de Llaranes) antes de entrar, porque me puede buscar un problema". Así describió ante el juez Emilio Pérez Vilarchao, autor del triple crimen de Serín y en libertad desde 2012, las amenazas que dice padecer por parte de J. M. Q. A., ayer en el banquillo de los acusados por un presunto delito de obstrucción a la justicia, tras supuestamente amenazar de muerte a la entrada y salida de los juzgados a Pérez Vilarchao y a dos testigos que en abril de 2017 acudieron a una vista en la que Vilarchao fue absuelto de agredir a J. M. Q. A.

Según el escrito de Fiscalía, los hechos tuvieron lugar en abril de 2017, cuando tanto al inicio como al finalizar un juicio en el que J. M. Q. A. acusaba a Pérez Vilarchao de haberle agredido, el primero amenazó de muerte a las dos testigos que llevaba como prueba de su inocencia. En aquel momento Pérez Vilarchao, finalmente, resultó absuelto del delito leve de agresión que se le imputaba.

La cosa no acabó ahí. El 3 de junio de 2017, casi dos meses después, una de las testigos afirmó que se topó con J. M. Q. A. en un bar de Llaranes y que, nuevamente, fue amenazada de muerte. "Estaba en el cumpleaños de un amigo. Me acorraló en los baños y me dijo que ya me había encontrado, que me iba a matar y a cortar el cuello. Pasé mucho miedo", explicó con la voz quebrada la testigo, que también afirmó estar pendiente de una consulta médica para valorar posibles daños morales.

Esta versión fue corroborada por el propietario del negocio en el que supuestamente tuvieron lugar los hechos. "Escuché cómo la amenazaba y tuve que echarlo del bar. Una vez fuera me dijo que lo había hecho porque ella le había denunciado", aseguró ante el juez el empresario, que también reconoció que J. M. Q. A. había ocasionado problemas con otros clientes. "Sobre todo cuando iba bebido, aunque el día en cuestión no aparentaba estarlo", aclaró.

También declaró la otra testigo que presuntamente había sido amenazada por J. M. Q. A. "Dijo que me iba a matar. Que de Villabona se salía, pero que de La Carriona (por el cementerio) no", relató la mujer, que reconoció sentir miedo tras haber recibido las amenazas. Vilarchao aseguró asimismo haber recibido las mismas advertencias por parte del acusado tras el juicio.

La Fiscalía considera que los hechos suponen un delito de obstrucción a la justicia, por lo que pide 18 meses de prisión y algo más de 2.900 euros de multa para J. M. Q. A. La acusación particular considera que se trata de un delito continuado de obstrucción a la justicia, por lo que solicita cuatro años de cárcel para el acusado, casi 6.000 euros de multa y 6.000 euros de indemnización para Pérez Vilarchao y las dos testigos por daño moral.