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Educación de calidad, incluso sin tecnología

La profesora Carmen Alba orientó ayer a los docentes avilesinos en la formación para aplicar nuevas metodologías en las aulas

Carmen Alba, a la izquierda, con Paula García, directora de Ordenación, Evaluación y Equidad Educativa del Principado, ayer, en la Casa de Cultura.

El uso de la tecnología en el ámbito educativo es positivo, aporta y, en algunos casos, es deseable contar con ella. Pero eso no significa que sea imprescindible en todo momento ni mucho menos que no pueda ofrecerse una educación de calidad si no se cuenta con ella. Así lo entiende Carmen Alba Pastor, doctora en Educación, que ayer participó en la jornada sobre orientación docente celebrada en la Casa de Cultura con presencia de más de 300 responsables de equipos directivos de centros de Asturias.

"Tener una educación de calidad no significa que haya que usar tecnologías para todo. Si se tienen, te dan muchas oportunidades y creo que lo valioso es que los docentes identifiquen qué tareas es mejor hacer con tecnologías y cuáles sin ellas. Hay que hacer un uso selectivo, crítico. Y, por supuesto, cuando se tienen, pueden mejorar muchos procesos. Lo que digo es que no todo lo que nos pueda ir mal se soluciona con tecnología", explica esta profesora, titular en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, y cuya trayectoria docente combina la formación en nuevas tecnologías aplicadas a la educación y la atención a la diversidad.

Durante la ponencia que ofreció en Avilés, sobre "las aportaciones del diseño universal de aprendizaje en la transformación inclusiva de los centros", situó la necesidad de formación para los docentes ante los retos que presenta una sociedad como la actual y la diversidad con la que se encuentran en las aulas.

"Necesitamos formarnos para poder trabajar mejor con población más diversa dentro de las clases. Diversas en cuanto a la lengua, cultura, a la escolarización previa, a problemas económicos u de otro tipo que influyen en el aprendizaje. Por un lado, está esa formación. Y, por otro, que también hay que cambiar la mirada: no solo doy clase a los niños que aprenden rápido, la doy para todos y tengo que aprender a pensar desde esa perspectiva de atenderlos a todos".

Para mejorar la calidad educativa desde el punto de vista de la inclusión -es decir, evitar el fracaso o el abandono escolar, en torno a un 30 por ciento en el conjunto de España- se puede trabajar con metodologías diversas o agrupamientos en la clase dirigidos a mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Carmen Alba incide: "Cada vez la sociedad es más compleja, con más culturas, más capacidades diferentes. Esto también es nuevo para los docentes y tenemos que aprender gestionarlo".

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