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MARISOL DELGADO | Psicóloga, ponente en "Una habitación propia"

"El veto parental pretende volver a un mundo de estratos sociales determinados"

"Hay posiciones que lo contaminan todo: no hay ninguna guerra de sexos, todos estamos en el mismo barco"

Marisol Delgado, ayer, durante la charla en el club de lectura. MARA VILLAMUZA

Marisol Delgado, psicóloga y máster en Psicología Clínica, impartió ayer la charla sobre la obra "La mística de la feminidad", de la estadounidense Betty Friedan, ganadora del premio Pulitzer y referencia del movimiento feminista. La actividad forma parte de las que se desarrollan en el marco del club de lectura "Una habitación propia", organizado por la concejalía de Igualdad de Avilés.

- Aborda una obra de referencia para el feminismo. Hoy en día, ¿siguen vigentes los estereotipos en la construcción de lo que se considera femenino, en ámbitos como el de la publicidad?

-Esta obra de Betty Friedan es una referencia, que removió todos los cimientos en una sociedad que estaba dejando de lado el potencial de la mitad de la población. Y ese es el gran poder de esta obra, cómo puso el acento en estructuras que, fíjese si estaban tan instaladas, que todavía hoy seguimos padeciéndolas. No como en aquel momento, pero sí siguen estando ahí.

- ¿Cuáles observa?

-Cuando ahora se habla de feminismo, la virulencia con la que siempre eso es atacado, nos da idea de las resistencias sociales que todavía hay a que las mujeres estén en pie de igualdad con los varones. Está la cuestión de cómo tienen que ser las mujeres y cómo tienen que ser los hombres. Esos arquetipos, aunque sí se han ido modificando, todavía prevalecen. Hoy, las chicas jóvenes, que tienen una conducta mucho más similar a los chicos, siguen siendo cuestionadas por ello. Eso todavía es un ejemplo palpable de como todo esto se arrastra, de cómo el lugar de las mujeres siempre está condicionado, cómo siempre se les dice cómo tienen que ser y tienen que estar.

- ¿Estamos yendo hacia atrás en algunas cuestiones que se consideraban superadas?

-Hace poco salían los obispos con esos cursillos matrimoniales, hay algunos movimientos de mujeres que se definen a sí mismas como mujeres tradicionales, que pretenden ensalzar esa visión de la mujer en el ámbito privado como el lugar que le corresponde, el lugar que va a hacerla desarrollarse plenamente en la sociedad. Lo que está claro es que debemos seguir avanzando, y en materia de corresponsabilidad, no puede haber marcha atrás. Hay que tener cuidado de que no se pierda lo logrado.

- Se incide en la necesidad de trabajar en la educación.

-La palabra clave es educación. Educación transversal que impregne todos los ámbitos y áreas de la vida de cualquier ser humano. En lo político, hay que tener cuidado con el altavoz que se está dando a algunas posiciones. Las que niegan la desigualdad como germen de lo que ocurre, por ejemplo, con la violencia de género, que viene de una desigualdad estructural que contamina todo. Que no se trata de una guerra de sexos, no lo es. Que todos estamos en el mismo barco.

- ¿Está costando demasiado vencer los estereotipos?

-Cuesta mucho vencerlos, son ideas fuertemente arraigadas. No veo mucho la tele, pero cuando veo algo, noto cambios en la publicidad. Luego veo algunos programas y me doy cuenta que queda mucho trabajo por hacer. Pero no debemos ser pesimistas. Defendamos lo conseguido, no se pueden dar pasos atrás. No se debe bajar la guardia, porque a la mínima puede desaparecer lo logrado.Y volvamos al punto clave: la educación con mayúsculas. Pese a todo lo que sucede con estos vetos a la educación sexual. En realidad se trata de una educación para la convivencia, aunque algunos no quieran verlo así.

- Se refiere al pin parental.

-Yo prefiero llamarlo el veto parental, porque realmente es una censura. Es un interés que obedece más a un tema de clase que casi de género: lo que se pretende es volver a una sociedad de estratos sociales determinados. Eso es ya una percepción personal, con toda la humildad del mundo, que yo no soy una experta en psicología social, soy de la vertiente clínica.

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