A Ana Álvarez de la Roz, que es consultora tecnológica, no le duelen prendas al reconocer que "La Curtidora es mucho más que un lugar de trabajo". Su negocio está domiciliado en el centro de empresas que este año celebra su primer cuarto de siglo. Ella fue una de las velas del cumpleaños ayer por la tarde, en los salones del Hotel 40 Nudos. La asociación La Serrana y la institución de aniversario son los que organizaron su charla con el objetivo de sacar a la calle las actividades que se desarrollan en la antigua fábrica de curtidos.
"Soy avilesina, pero mi empresa no tiene límites geográficos. Desde Avilés puedo trabajar en otras localidades y en otras comunidades. Por eso, me quedo en La Curtidora. No es sólo un sitio con conexión a Internet. Allí he creado mi red de clientes, de proveedores", destacó.
Álvarez de la Roz trabaja principalmente "para las administraciones públicas" en proyectos que llevan las nuevas tecnologías "a mayores y a niños, pero también a familias: a demanda", reconoce. Su deseo es universalizar y ampliar las competencias digitales de sus clientes. Puso, en este sentido, un ejemplo: "Desde mandar un correo electrónico", sentenció. El próximo viernes, La Serrana inaugura una exposición de Signum, otro acto del aniversario.
