Luis y Daniel Álvarez siempre tuvieron muy cerca el espejo en el que mirarse: su padre, Roberto Álvarez, fallecido el pasado 16 de agosto, muy conocido por su implicación en los movimientos sociales de Gozón y, especialmente, en todo lo relativo a la parroquia de Cardo. Por eso, cuando la crisis del coronavirus llegó a España y comenzó a azotar Asturias, ambos se preguntaron: "¿Qué hubiese hecho papá ahora?". No tardaron en encontrar la respuesta: "Colaborar desinteresadamente con el vecindario".

Así fue como los hermanos Álvarez, al frente de una empresa de servicios agrícolas que fundaron junto a su difunto progenitor, decidieron aportar su granito de arena en la lucha contra la expansión de la pandemia. Aprovechando la maquinaria de la que disponen, se ofrecieron al Ayuntamiento para desinfectar las calles del concejo. Hace días lo hicieron por la parroquia de Cardo y alrededores. Ayer le tocó el turno a la capital, Luanco.

"Hemos adaptado una máquina para poder impregnar las calles de una solución que elaboramos con hipoclorito de sodio y agua, el mismo líquido que emplean los militares para desinfectar", explica Daniel Álvarez, sobre una iniciativa de la que, asegura, su padre "estaría orgulloso". "Lo hacemos por ayudar a los vecinos pero, sobre todo, por honrarle a él", incide el gozoniego sobre la memoria de su progenitor, que fue alcalde del municipio lucense de Cervo entre 1987 y 1999, diputado por el PSOE en el Congreso de 1995 a 1996 y fundador de la asociación Fuente L' Ordoño de Cardo.

La iniciativa ha sido acogida de muy buen grado por el Consistorio. "Es una muestra más de la solidaridad de los vecinos", destaca el alcalde, Jorge Suárez, quien asegura que son numerosas las propuestas similares que han recibido en los últimos días. "Estamos muy agradecidos a todos aquellos que se ofrecen para ayudar. Eso sí, todo tipo de iniciativa tiene que ser estudiada previamente y programada. De nada sirve hacer las cosas sin coordinación", argumenta el Regidor.