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Alcoa aprieta: da una semana a Parter para que rompa el contrato de venta de Alu Ibérica

La multinacional advierte al fondo suizo que se deshizo de las fábricas alumineras que si no cumple se quedará con el dinero comprometido en el convenio de julio

José Manuel Gómez de la Uz, presidente del comité de empresa de Avilés, ayer, delante de los micrófonos de la prensa, a las puertas de Alu Ibérica, en San Balandrán. RICARDO SOLÍS

Alcoa dio ayer un nuevo ultimátum a Parter Capital, el fondo suizo que se hizo con las plantas de aluminio primario de Avilés y La Coruña que la multinacional norteamericana había puesto a la venta en enero de 2019. Los estadounidenses habían colocado en un depósito notarial (fideicomiso) los 12 millones de euros que le correspondía pagar en mayo a su sucesor, es decir, a Parter. Esta cuenta "escrow" tenía una condición: Parter debía cumplir antes de este jueves unas condiciones acordadas en el contrato que entró en vigor el 1 de agosto del año pasado. No lo ha hecho, pero aún así Alcoa le ha dado una segunda oportunidad: tienen hasta el día 4 de junio para abandonar una posición más propia de Poncio Pilato que de un empresario internacional. Y es que sí, todo este lío montado con la reventa de las fábricas sigue yendo con ellos, con Terhost y sus socios.

El segundo ultimátum de Alcoa, el que anunció ayer, sólo tiene tres escenarios posibles: que Parter rompa con el neonato Grupo Industrial Riesgo, que no lo haga y que consiga que Riesgo cumpla las condiciones del contrato original. Si no, el dinero del fideicomiso retornaría a la caja de la multinacional norteamericana. Si cumple con lo recogido en el contrato, según el punto de vista de Alcoa, el dinero prometido por la multinacional entraría en las cuentas de Alu Ibérica y así podría hacer frente a gastos que, de momento, están en el limbo de los proveedores y de los trabajadores.

El comité de empresa de Avilés de Alu Ibérica denunció ayer que Grupo Industrial Riesgo, la empresa de David Domenech que lleva un mes tratando en vano de convencer de su buena fe gestora, "ha pagado la nómina a quien ha querido". Resulta que el convenio colectivo deja claro que la empresa tiene que dar orden de ingreso de la nómina cada día 28. Y el jueves no lo hizo a todos sus trabajadores (284, en San Balandrán).

Riesgo lleva toda la semana diciendo a quien le quiere escuchar (cada vez son menos) que ellos no tienen la culpa de nada en esta crisis abierta a mediados de abril, en plena pandemia, sin que el Gobierno de España, el del Principado, los trabajadores y Alcoa supieran de los movimientos por debajo de la mesa que dejaban a un empresario singular dedicado a la expedición de droguería y a la hostelería al frente de una planta aluminera. Han llegado a decir que Alcoa llevó a cabo prácticas contables "irregulares" en las cuentas del período 2017-2018 y que su sucesor la imitó.

La multinacional norteamericana, que cotiza en Nueva York, salió ayer al paso de las notas emitidas por la empresa del antiguo hostelero: "Alcoa tiene una reputación reconocida y sigue prácticas contables de estándares internacionales éticos y transparentes auditados por firma global y externa". Riesgo, mientras tanto, ha conseguido parar la producción por un impago a un proveedor y ha dejado sin su nómina correspondiente a los trabajadores; es decir, no ha cumplido los compromisos que había adquirido al comprar el 74,9 por ciento de las acciones de Alu Holding, la matriz de las dos Alu Ibérica: la de La Coruña y la de Avilés. Ha amenazado incluso con cerrar la primera si su comité de empresa no cesa sus movilizaciones. "No somos sus esclavos, no estamos en una plantación de algodón", resumieron en Galicia.

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