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El cinc enciende las baterías del futuro

El covid-19 cerró las minas más importantes, redujo la producción, pero fundidoras como la de San Juan de Nieva incrementaron la actividad

El cinc enciende las baterías del futuro

Desde hace seis décadas se funde cinc en San Juan de Nieva, concretamente, desde el 5 de marzo de 1960, que fue el primer día en que los trabajadores pioneros de la planta castrillonense obtuvieron el primer cinc electrolítico producido en España. El año pasado Asturiana de Zinc (Azsa) cerró el año con 528.757 toneladas de cinc metal, casi tres mil más que en el ejercicio del año 2018. Esto mantiene la fábrica avilesina en el "top 5" del mundo en su actividad (fundir óxido de cinc). Y esto se puede incrementar aún más.

La fábrica de San Juan de Nieva está a tope, incluso con la pandemia dando latigazos. El covid-19 no es impedimento para crecer. Se han cerrado las minas de blenda más importantes del planeta, es decir, se ha reducido la producción de mineral y, en consecuencia, se ha incrementado el precio del metal, que es lo que se fabrica en Castrillón. La organización del negocio del cinc de Glencore -a quien pertenece Azsa- sólo beneficia a Azsa. La empresa anglosuiza extrae cinc, lo funde y lo comercializa. Y San Juan de Nieva es protagonista absoluto de la segunda de estas fases.

Estando Azsa en una posición dorada en el sector del cinc, podría estarlo en una aún mayor. Así lo creen en medios financieros y en medios sindicales. La patronal de fabricantes de cinc de Alemania -Initiative Zink- considera que la explotación de metal aún no se ha completado: "Una clave del éxito puede ser el almacenamiento de energía de zinc-aire recargable. La investigación sobre este tema se está desarrollando con éxito desde hace algún tiempo y su funcionalidad no se ha puesto en duda", apuntan. Los ojos de los investigadores alemanes -donde Glencore cuenta con una fundidora como la de San Juan de Nieva, pero cinco veces menos productiva- están puestos en conseguir una nueva batería con una densidad muy alta, pero también fácil de reciclar y, encima, " a costos relativamente bajos".

Las investigaciones sobre las nuevas aplicaciones del cinc van desde la Universidad de Bayreuth a la de Bochum. Las dos en Alemania, esta última, hermanada con la de Oviedo. Los químicos de Bochum han diseñado una batería recargable de iones de cinc. "Se puede cargar y descargar muy rápidamente: el 80 por ciento de su capacidad de almacenamiento, en seis minutos, sin afectar a la estabilidad de la celda cuando la corriente de carga fluctúa. Esto significa que la batería puede adaptarse muy rápidamente a los cambios en la red eléctrica", apuntan.

La patronal de cinc alemana explica que las virtudes de las baterías de cinc son absolutas: "La energía y los sistemas de almacenamiento de energía son hoy un tema central en tecnología e investigación. La tecnología de las baterías de plata y cinc es pionera: la 'Mars Pathfinder' (la primera nave espacial que aterrizó con éxito en el planeta Marte) fue impulsada por una batería de cinc y plata durante su misión. Se recargó una y otra vez a través de los módulos solares conectados al dispositivo de aterrizaje". Pasó también con un taladro que se puso a funcionar en la Luna. Lo hizo por medio de una batería de cinc y plata.

El cinc enciende el futuro o, por lo menos, lo acumula. Las investigaciones desarrolladas en torno al metal que se fabrica en Castrillón en cantidades espectaculares van por la vía de la transición energética, esto es, por las renovables. Que no son perfectas: el Sol sólo brilla por el día y, por la noche, pueden correr aspas eólicas. La patronal alemana señala a este respecto: "El almacenamiento de electricidad es un componente importante de nuestro suministro de energía. Las plantas de energía de almacenamiento por bombeo son parte de la solución, pero el almacenamiento de energía química en una batería recargable ofrece capacidades adicionales y más flexibilidad gracias a las opciones de aplicación descentralizadas". Esto es, la posición privilegiada de Asturiana de Zinc puede ser de lujo a la vuelta de la esquina.

En medios sindicales se echa en falta que en torno a un gigante como Asturiana de Zinc no exista una fábrica de producto secundario (tampoco lo hay en torno a Arcelor, ni en torno a Alu Ibérica, un error histórico que la comarca está pagando en el momento presente, tras años de políticas industriales ancladas en la historia). El departamento de investigación de Azsa no es el principal de la empresa: la organización del trabajo de Glencore fía ese punto a otras esquinas de su negocio mundial.

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