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La reorganización del transporte público complica el remate del Plan de Movilidad

El gobierno local presentará antes de que acabe el año el documento, que marcará las actuaciones a implementar en la próxima década

Cruce de las calles Orejas Sierra y José Cueto, donde se habilitará un punto de carga de vehículos eléctricos. MARA VILLAMUZA

La reorganización del transporte público complica el remate del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Avilés, que tiene como objetivo mejorar la estructura del tráfico, la movilidad urbana sostenible y la seguridad vial de la ciudad. Son cuatro los pilares de ese proyecto, del que se lleva años hablando y que definirá el marco estratégico de la movilidad avilesina en la próxima década, en el periodo 2020-2030: las zonas peatonales, los estacionamientos regulados en superficie (la "zona azul") y los aparcamientos disuasorios, la movilidad peatonal y ciclista y el transporte público.

"El esquema del transporte público influye en el conjunto, es uno de los ejes principales del plan y se trata de un sector que se encuentra en una situación complicada por las consecuencias en la movilidad de la pandemia de coronavirus", sostiene el concejal responsable del proyecto, el socialista Pelayo García.

Las líneas de autobús en Avilés son interurbanas, discurren también por otros concejos, principalmente por Castrillón y Corvera. Los regidores de los tres ayuntamientos están manteniendo conversaciones para armar el puzzle, cuyas piezas no son solo fundamentales para cerrar el demandado plan de movilidad de Avilés sino para reorganizar el transporte público en la comarca, enfermo desde hace tiempo y en estado crítico desde el confinamiento. Se busca, al menos desde Avilés, cambiar el modelo actual hacia otro más parecido al urbano.

Las previsiones del gobierno socialista pasaban por haber presentado el Plan de movilidad 2020-2030 el pasado abril. Ahora el reto es que vea la luz este año, sin más demora. Y es que ese documento será el que marcará todas las medidas que se adoptarán en Avilés en materia de movilidad.

Como adelantó este periódico a principios de este año, todo el centro de Avilés pasa a ser "zona 30" (se empezó a implantar con la crisis del coronavirus) y se amplían las zonas peatonales, con el entorno del parque del Muelle como punta de lanza, un modelo que se quiere ir extendiendo a todo el centro urbano de forma gradual en todas las calles que quedan dentro de una ronda que delimitan el entorno del parque del Muelle, Pruneda, avenida de la Constitución, Fernando Morán y avenida Cervantes. Se instalarán calmados de tráfico, se irá avanzando en la peatonalización de más calles del centro (está previsto continuar con Marcos del Torniello y su entorno), se conectará Avilés por carril bici con la playa de San Juan, habrá aparcamientos disuasorios y una ampliación de las plazas de aparcamiento de pago de la ORA (Ordenanza Reguladora de Aparcamiento) en el centro y El Quirinal, así como cambios en las zonas de rotación. Como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, los planes municipales pasan por ampliar las plazas de pago al último tramo de la avenida Constitución (entre La Cámara y avenida de Alemania) y a la zona de la calle Fuero que por ahora es zona libre de estacionamiento.

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