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“La Universidad debería tener tiento para blanquear Alu Ibérica”, dice el comité

La plantilla reivindica su trabajo: “Llevamos cuarenta años haciendo aluminio verde, en las épocas buenas, casi 45.000; ahora, nada”

La entrada a las instalaciones fabriles de San Balandrán. | Mara Villamuza

La idea de que la Universidad de Oviedo “trate de blanquear a Alu Ibérica” suscita recelo entre los representantes de sus trabajadores. Y es que, en palabras de José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de fábrica, la institución académica “debería tener tiento” a la hora de asociarse con la empresa que gestiona desde hace seis meses la entidad comercial Grupo Industrial Riesgo. “Igual es que no sabe quiénes son”, apostilla el representante sindical. “Y por eso desconoce que en unos meses se lleva un disgusto porque ya no hay fábrica con la que colaborar”, añade. “Me cuesta creer que toda una institución como la Universidad de Oviedo esté dispuesta a trabajar de la mano con los que nos están dirigiendo estos meses”, concluye.

En todo caso, los responsables de Riesgo han movido ficha en este sentido: buscan explorar vías de convenio de colaboración con la Universidad de Oviedo. A esta ola se ha subido el candidato a rector y catedrático de Derecho Constitucional, Ignacio Villaverde, que recorrió esta semana pasada las instalaciones de Alu Ibérica en Avilés en compañía de varios responsables de la empresa, un paseo de “varias horas” que sorprendió a los trabajadores que lo vieron en San Balandrán.

La idea que Alu Ibérica y la Universidad de Oviedo barajan es estudiar la fusión del aluminio. En esta idea se viene sumergiendo el responsable de la compañía –David Domenech– desde el mes de abril, la última, en un folleto que está buzoneando la empresa estos días en el concejo. Domenech firma un texto en que se puede leer que Alu Ibérica busca “crear un polo de producción de aluminio verde circular”. De hecho, pretende que este sea “el más importante del sur de Europa”.

De la Uz explicó que este proyecto “no es nuevo”. “Los trabajadores de la aluminera llevamos cuarenta años haciendo aluminio verde, en los años buenos, 45.000 toneladas; ahora, nada”, se lamentó De la Uz. “Además, hacíamos aluminio verde circular de verdad. Para fundir chatarra de aluminio se necesita aluminio puro. Cuando lo hacíamos en las cubas electrolíticas, lo que teníamos que hacer era trasladarlo de allí a los hornos en estado líquido. Ahora eso no se puede hacer. Porque compramos aluminio puro y nos lo presentan en placas. Para sumarlo al proceso tenemos que fundirlo, es decir, tenemos que hacer un gasto de gas que antes no estaba incluido”, explicó el sindicalista.

La fábrica de Avilés (y la de La Coruña) se caracteriza por combinar dos productos: aluminio primario y aluminio reciclado. El primero se hace tras un proceso electrolítico y tras consumir tanta energía al año como la comunidad autónoma de La Rioja. “El acuerdo que dicen los de Riesgo que iban a cumplir decía que pondrían en marcha las cubas electrolíticas en el segundo semestre de este año si el precio estaba por debajo de 40 euros el megavatio hora. Lleva desde el verano así”, concluye.

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