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La sangría demográfica no cesa: Avilés perdió casi 11.000 vecinos las últimas tres décadas

El último registro positivo obliga a retrotraerse hasta 2009 | El retroceso desde 1990 equivale a la mitad del censo del concejo de Castrillón

Personas mayores en un parque de Avilés. MARA VILLAMUZA

Avilés es una ciudad atractiva para vivir. Lo defendía la alcaldesa, Mariví Monteserín, en las páginas de la edición dominical de este diario. Y pese a ello la realidad se hace tozuda y el invierno demográfico no acaba de dar la razón a los planes de las autoridades locales para recuperar el dinamismo de años pasados. Avilés perdió cerca de once mil habitantes en las últimas tres décadas. En concreto, un total de 10.638 vecinos. Así se puede concluir a partir de los datos definitivos del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), que permiten analizar las últimas cifras oficiales de población, hasta enero de 2020, en relación a su evolución histórica en los últimos años. La caída demográfica registrada en este periodo equivale, por poner un ejemplo, a aproximadamente la mitad de la población que actualmente tiene el municipio de Castrillón o muy cerca del censo del vecino concejo de Corvera, con 15.549 vecinos.

Las cifras más gruesas del descenso de Avilés se sitúan entre los años 2013 y 2014, con una merma de 909 habitantes. Antes hubo otro salto significativo en esa tendencia a la baja: entre 1995 y 1996 se pedieron 3.615 vecinos. También fue importante esa tendencia en 2017 y 2018: se retrocedió en otros 799 vecinos. Y de 2018 a 2019, Avilés perdió 533 habitantes. La población de 60 y más años ocupa un proporción destacada: un 32,7%. A ello se suma el hecho de que desde el año 2000, Avilés menguó en un 7% su población, pasando de los 83.930 vecinos del inicio de la década (84.242 habitantes si se atiende al dato del padrón de 2009) a los 77.791 censados (según el Instituto Nacional de Estadística al inicio del recién finalizado 2020), lo que supone un retroceso a finales de 2019 de 6.139 ciudadanos, el equivalente a concejos como Nava, Noreña, Parres o Ribadesella.

Envejecimiento

La tormenta perfecta de este invierno demográfico llega también de la mano de la estadística. Si Avilés era en el año 1985 la ciudad de mayor densidad de jóvenes, en 2025 se espera –a la vista de la evolución actual– que se sitúe entre las ciudades con la población más envejecida de España [y también de Europa]. Menos de dos generaciones han bastado para ese salto, al que se une una llamativa longevidad de los mayores de 80 años, superior a la media española.

El problema al que se enfrenta Avilés no es exclusivo, se repite en otros municipios de Asturias y de España; pero en la Villa del Adelantado cobra notoriedad porque supone invertir radicalmente una situación que en la década de los años ochenta –cuando Avilés era joven– parecía llamada a perdurar en el tiempo.

El saldo vegetativo negativo (nacen menos personas de las que mueren), la pérdida progresiva de jóvenes en busca de oportunidades laborales y la insuficiente inmigración para cubrir ese agujero demográfico explican parte de esa transformación de ciudad joven a una especie de gran geriátrico.

La evidente contracción de la natalidad, a la que no es ajena el resto del país, se ponía sobre la mesa a unos días de finalizar el año del covid. “En medio de la incertidumbre no se tienen hijos. El principal factor que garantiza una fecundidad sostenida es la seguridad económica, y no la va a haber”, apuntan los expertos. La última explosión demográfica en Avilés fue en 1977 –con más de 2.000 partos– y el pasado ejercicio el área sanitaria avilesina contaba a los nuevos retoños de pocos en pocos: en enero nacieron sesenta, en febrero 54, en marzo 52, en abril 60, en mayo 55, en junio 46, en julio 61… Para la mayoría de mujeres que dieron a luz desde marzo las cosas no fueron fáciles. Desde enero y hasta noviembre nacieron 620 bebés, frente a los 709 de todo 2019.

La excepción de Illas

De esa realidad tampoco se libran el resto de los municipios de la comarca, excepto Illas, que escapa al dato negativo. Castrillón cuenta con 22.376 habitantes frente a los 22.894 que tenía hace 10 años. En total, 518 vecinos menos. El concejo experimentó algunos repuntes puntuales durante 2010, 2011 y 2012. A partir de entonces, la línea ha sido descendente. Curiosamente, Corvera y Gozón han perdido casi el mismo número de habitantes en la última década. En el caso del primero, fueron 406. Y, en el del segundo, 405. También coinciden en lo que respecta a la etapa en la que registraron incrementos poblaciones de manera continuada.

Solo Illas, con nueve vecinos más, según el registro del Instituto Nacional de Estadística, puede sacar pecho de su padrón de habitantes. En el conjunto de Asturias, quince concejos ganaron población el último año, con una posición destacada para Villaviciosa, que añade 31 nuevos empadronados.

El dato de Avilés, por debajo de los 78.000 habitantes en 2020, obliga a retroceder a las series históricas de los años setenta del pasado siglo para encontrar cifras similares. Y no crece de un año para otro desde 2009.

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