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El San Agustín llora por la muerte súbita de Mon Delgado, de 42 años: “Hacía la vida más fácil”

Los compañeros del radiólogo, fallecido de forma súbita tras salir con la bici, le rinden un improvisado homenaje: “Era una bella persona”

Cálido homenaje de los compañeros de Ramón Delgado en el Hospital San Agustín

Cálido homenaje de los compañeros de Ramón Delgado en el Hospital San Agustín Myriam Mancisidor

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Cálido homenaje de los compañeros de Ramón Delgado en el Hospital San Agustín Myriam Mancisidor

El Hospital Universitario San Agustín amaneció ayer cubierto por un velo de tristeza: los trabajadores trataban de digerir el repentino fallecimiento de Ramón José Delgado Sevillano, “Mon”, radiólogo del centro de 42 años. Sufrió una muerte súbita cardiaca. “Se desplomó al llegar a su casa, no se le pudo reanimar. Los compañeros estamos desolados”, manifestaba el neurólogo José Antonio Vidal.

La muerte le sobrevino a Delgado el domingo por la tarde tras realizar una ruta en bicicleta, una de tantas. Porque Mon era ciclista aficionado y un hombre fiel con el deporte: “Era un gran deportista, salía con la bici de forma habitual y hacía distancias importantes, por lo que aún estamos más sorprendidos por el desenlace”, manifestaba el gerente del área sanitaria avilesina, Ricardo de Dios, que definió a su colega como una “bellísima persona”. “Hoy (por ayer) ya he recibido a varios compañeros en el despacho llorando, literalmente. Era un profesional excelente, a nivel técnico y como radiólogo, y una mejor persona”.

Continuó: “Parece que cuando alguien fallece siempre es bueno, pero Delgado nunca ponía una mala cara aunque le llegáramos con chollos, y no fueron pocos. Intentaba ayudar pensando siempre en el paciente y en el bien del enfermo, era un ‘solucionador’, un hombre siempre dispuesto y con una sonrisa que nos hacía la vida más fácil”, subrayaba De Dios. Si en el San Agustín se respiraba tristeza, en el área de Radiología aún más. “La jefa de servicio, Belén Susín, está destrozada”, contemplaba el gerente. Nadie quería creer que Mon ya no volverá a vestir su bata blanca nunca más. Ramón Delgado, aunque afincado en Gijón, desarrolló su carrera en Avilés. Llegó al Hospital Universitario San Agustín en el año 2007 tras cumplir con los años de residencia en el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, y se quedó. Primero tuvo un contrato eventual. Luego fue cesado. Luego otro contrato… En el año 2015 obtuvo la plaza en propiedad tras superar unas duras oposiciones.

Ramón Delgado, en primer término, junto a Isabel Suárez, Susana Serrano y Alfonso Flóprez, ante las imágenes de una resonancia en el Hospital San Agustín. | M. Villamuza

“Delgado era una persona de presente y de futuro: sabía trabajar en equipo y estaba claro que el futuro servicio de Radiología tendría que apoyarse en él y en personas como él”, concluyó De Dios. A las muestras de pésame se sumaron muchos profesionales de distintas categorías y servicios a lo largo del día, tanto de Avilés como de otros centros sanitarios de la región. “La familia radiológica asturiana está desolada y de luto”, atinaba a decir Faustino García Arias, jefe de Radiodiagnóstico del HUCA.

El exgerente del San Agustín y actual jefe del servicio de Atención al Ciudadano, Enrique González, también mostró su pesar. “Es durísimo decir algo… Hay un drama y una tristeza enorme en el hospital. Ramón era una gran persona, un hombre siempre dispuesto a echar una mano, siempre dispuesto a sumar. Era, además, un profesional como la copa de un pino, un referente para todos, también en el plano personal, por eso es una pérdida enorme para el San Agustín tanto profesional como anímicamente”, concluyeron.

La ‘familia’ sanitaria de Mon estaba de luto. Y sus compañeros decidieron rendirle un breve homenaje a las puertas del centro. Fue improvisado y rápido. Le regalaron un largo aplauso, una ovación como la que reciben los grandes. Hubo emoción. Lágrimas contenidas. Y mucho dolor. “Es una muerte sin sentido”.

Ramón Delgado estaba casado con María García Corrales. Esta tarde (17.00 horas) tendrá lugar la celebración de la Palabra de cuerpo presente en la capilla del tanatorio de Gijón-Cabueñes, donde está instalada la capilla ardiente en la sala número seis. En Radiología su silla seguirá vacía.

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