La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desenterrando la Historia de Avilés para turistas y vecinos

Un recorrido a pie por los lugares de Avilés donde se produjeron hallazgos arqueológicos concita el interés de visitantes y los propios avilesinos: “Hemos redescubierto nuestra ciudad”

De negro, los historiadores David Azpiazu, Raquel Castro y Alejandro Fernández. A su alrededor, los visitantes. | R. S.

Entender la arqueología ha dejado de estar alcance solo de expertos gracias a uno de los itinerarios turísticos avilesinos, el que ayer comenzó y recorre gran parte del casco histórico de la ciudad. Los historiadores Raquel Castro y Alejandro Fernández compartieron la tarde del jueves con trece curiosos que se animaron a vivir la experiencia de “desenterrar” Avilés con sus propios ojos.

La ruta, que fue desde la calle Galiana hasta la calle La Ferrería pasando por la plaza Álvarez Acebal, La Cámara, Sabugo y el parque del Muelle desveló los misterios ocultos bajo los cimientos de las casas e iglesias que salpican la ciudad.

Entre estos descubrimientos destacan los 266 enterramientos que se encontraron en una de las excavaciones más importantes de Avilés, el de la iglesia de San Nicolás de Bari; datan de los siglos XV y XVI. Los arqueólogos también reseñaron las que se llevaron a cabo en 2007 en la calle de la Cámara número 4, donde se encontraron utensilios prehistóricos como bifaces. Pero, sin duda, uno de los descubrimientos que más llamó la atención de los visitantes, la mayoría de Avilés, fue el hallazgo hace unos 10 años en la iglesia antigua de Sabugo de una moneda romana del siglo I después de Cristo; en concreto perteneciente a la época del emperador Nerón. Esto refuerza la idea de que Avilés ya era en aquel tiempo una ciudad importante, por su comercio y su puerto, en la que la ida y venida de personas de todas las partes del mundo era algo habitual.

Siguiendo con el recorrido, los guías no dejaron pasar la oportunidad de enseñar aquellas partes de la muralla del Avilés medieval que son visibles a la población y la importancia que tuvo en su momento la entrega del fuero a la ciudad. A su vez, mantuvieron una conversación fluida con los participantes, donde no solo ellos exponían sus conocimientos sino que también se dejaban nutrir por las personas que los acompañaban.

Entre las curiosidades contadas, se encuentra la leyenda que dice que la fuente que estaba en el monasterio de La Merced, actual iglesia de Sabugo, tenía forma de concha y era parte de la garganta de un cuélebre: esa fuente fue llevada más tarde a la iglesia de San Nicolás de Bari.

“Nos enteramos de esta ruta por las redes sociales. Las curiosidades que nos van contando hacen que redescubramos la ciudad en la que hemos vivido toda la vida. A veces no vemos como interesante lo nuestro, sino lo de fuera, y eso es porque no sabemos mirar bien”, destacaron Margarita Fernández Torres y Virginia García Fernández, dos de las participantes en el “tour” arqueológico.

Por su parte, dos visitantes ovetenses aportaron también su opinión: “Creo que Avilés tiene muchos rincones por descubrir también para los que somos asturianos; esa imagen del Avilés industrial que se ve al entrar no tiene nada que ver con el interior de la ciudad, que además de precioso está muy cuidado”, señaló Carmen García. Su hija, Helena Ramírez, también estaba fascinada: “A mí me interesa mucho todo esto, creo que he heredado la pasión de mi madre”.

Compartir el artículo

stats