La nueva pista de skate de Salinas ha recibido críticas desde su inauguración el pasado mes de julio. Los vecinos de los edificios situados en las proximidades de la instalación deportiva denuncian que el ruido continuado les “perturba su vida cotidiana”. Uno de esos residentes ha denunciado al Ayuntamiento con el fin de que la Policía Local de Castrillón realice una medición del ruido para “verificar que supera los niveles máximos permitidos por la normativa”. Y es más, en el caso de los niveles excedan los decibelios, el Ayuntamiento “tome las medidas correctoras necesarias para proceder al aislamiento acústico” de la pista de skate.
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El denunciante afirma que en el caso de que “no sea posible” el aislamiento acústico solicitado el Ayuntamiento clausure las instalaciones dadas las molestias causadas a los residentes desde que la instalación fue inaugurada a primeros del pasado mes de julio.
Este vecino, que es propietario de una vivienda en la calle Luis Hauzeur y con domicilio “a efectos de notificaciones” en Madrid, criticó, además, que uno de los muros que lindan con el entorno de la pista de skate ha sido objeto de una pintada “de un acto vandálico” para el cual exige su limpieza. En su escrito pide a la alcaldesa, Yasmina Triguero, la identificación del autor o autores del acto vandálico para que abonen la limpieza de ese muro. “En caso de no ser identificados que el Ayuntamiento proceda, a su coste, a la limpieza del muro de mi vivienda”, señaló el residente en su escrito de denuncia.
Hace semanas, otros vecinos afearon la nueva instalación por motivos también relacionados con la contaminación acústica. Algunos que enviaron escritos al Ayuntamiento exponiendo sus quejas y planteando incluso la posibilidad de “haber enterrado la instalación para prevenir –además de los ruidos– la contaminación visual”. También ha habido numerosas quejas verbales por los ruidos, en una pista que hace las delicias de los jóvenes desde que fue inaugurada.
Aseguran los propietarios de las comunidades próximas que los aficionados al skate están usando el “Eolo” de la pista –símbolo de la instalación que funciona a modo de plataforma para las piruetas más arriesgadas– pese a que está prohibido. “El ruido es horrible, incluso por la noche, estos días pasados, se desplazó la Policía Local y la Guardia Civil porque había gente con frontales usando el tubo”, señalan los afectados.
Un defecto precisamente en la plataforma donde se asienta el “Eolo” fue lo que motivó que se tuviera que posponer la inauguración del complejo una vez que estaban rematados el resto de detalles del nuevo skatepark de Salinas.