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La crisis energética se cobra al principal competidor de Asturiana de Zinc en Europa

Nyrstar anuncia la reducción a la mitad de su producción, lo que eleva la cotización del metal a precios que hacía lustros que no se alcanzaban

El esqueleto de la nueva nave de electrólisis, el pasado mes de mayo.

La crisis energética europea se ha cobrado una pieza poderosa en el sector de la fabricación de cinc metal: la compañía multinacional Nyrstar, que es el principal competidor de Asturiana de Zinc (Azsa) en el continente. Daniel Vanin, el consejero delegado de Nyrstar, ordenó el pasado día 13 la reducción al 50 por ciento de la producción de sus tres fábricas europeas (en Francia y en Países Bajos). Esta decisión ha tenido ya repercusión en la Bolsa de Metales de Londres (que publica cada día las cotizaciones de las materias primas): el precio de la tonelada de cinc linda los 3.500 euros, un récord que hacía lustros que no se alcanzaba.

Los propietarios de Azsa, la multinacional Glencore, reaccionaron a la misma crisis energética que ha dejado a Nyrstar como un esqueleto anunciando un estudio sobre la reducción de las operaciones en su principal fábrica en el planeta (la de San Juan de Nieva, en Castrillón). Este estudio se va a centrar en dejar de producir en las horas pico, en función del precio del megavatio hora (el cinc electrolítico se fabrica utilizando un nivel de energía descomunal). El anuncio del estudio de la reducción de las operaciones en la planta asturiana se hizo público a finales del mes de septiembre, cuando el precio del megavatio hora estaba a punto de superar los trescientos euros. Ayer mismo, el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), marcó el precio del megavatio hora en 172 euros.

Nyrstar ha optado por la reducción espectacular de su producción porque el gasto de sus operaciones es “mayor” que en Asturiana de Zinc, señalan fuentes consultadas. En el comunicado de Nyrstar se explica que “los aumentos significativos en el costo de la electricidad en las últimas semanas y la carga del costo del carbono emitido por el sector eléctrico que se transfiere a los clientes industriales y domésticos significa que ya no es económicamente viable operar la planta a plena capacidad” y todo esto “a pesar de que nuestras operaciones son más eficientes que nunca y están aumentando su capacidad y producción, hemos tenido que tomar la difícil decisión de recortar la producción en este momento”, señaló Daniel Vanin, el primer ejecutivo de la competencia de Glencore.

El anuncio de septiembre en la fábrica de San Juan de Nieva se hizo público a través del comité de empresa (controlado por el Sitaz). Fue precisamente Roberto Suárez, portavoz de la formación mayoritaria, quien se encargó de valorar la medida comunicada por la dirección de la empresa. Dijo que el proyecto de la compañía es reducir la producción un máximo de 16 horas al día en aquellas franjas horarias en las que el precio sea más elevado. La dirección de la compañía no descartó a los representantes de los trabajadores que este proyecto de reducir la producción pudiera repercutir en los trabajadores.

En el ejercicio de 2020 los trabajadores de Asturiana de Zinc (Azsa) produjeron 532.235 toneladas de cinc, es decir 3.478 más que en 2019. El año de la pandemia fue el del mantenimiento de la fundidora de San Juan de Nieva en el “Top 3” de las fábricas de su sector en el mundo y la primera en el continente europeo. La planta de San Juan de Nieva no había sufrido ninguna incidencia que descabalgue las instalaciones castrillonenses. Todo apunta a que el hueco que deja libre Nyrstar en el mercado europeo se ocupará con rapidez.

Las operaciones en Castrillón, sin incidencias

A finales del pasado septiembre, la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) ordenó la reducción de algunas operaciones dentro del proceso de cinc metal coincidiendo con una parada técnica en la nave de electrólisis: redujo la intensidad eléctrica. Entonces el precio del megavatio hora estaba subiendo cada día de manera espectacular. Desde entonces, sin embargo, no se han producido incidencias “remarcables” en este sentido en la fábrica, señalan fuentes consultadas. La inversión de los cien millones de euros continúa el plan proyectado. Glencore quiere una nueva línea de electrolisis, la más moderna del mundo. Además cuenta con dos grandes almacenes de cinc en los muelles de San Juan de Nieva del Puerto de Avilés. La fábrica de San Juan de Nieva es una de las tres más importantes del mundo en su sector.

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