Es artista, grafitera y profesora de escultura en la Universidad de Kabul. Y mucho más: Shamsia Hassani (Teherán, Irán, 1988) es la esperanza de un pueblo, el afgano, y la voz contra la opresión de miles de mujeres a manos de los talibanes. Ayer Hassani no estuvo en Avilés, pero casi. El grueso de los actos conmemorativos de la “Noche Negra” –festival de origen celta, Samhain, que marca el inicio de la estación invernal– se desarrolló en la Factoría Cultural del Carbayedo. Y allí se dieron cita varios artistas para reinterpretar la obra de la joven afgana que clama por la libertad con armas poderosas: un lienzo, a veces unas pinturas, y un spray.

Dos escenas de las actividades desarrolladas en la Factoría Cultural. | R. Solís

Entre los participantes estaba el pintor avilesino Samuel Armas, cuatro años menor que Shamsia Hassani. Dibujó un retrato. La actividad consistía en interpretar la obra de la grafitera afgana. Y mostró admiración por su colega: “Creo que el arte debe seguir siendo la traducción del momento personal del artista. En el caso de esta mujer es muy interesante ver cómo usa el color o imágenes con un tratamiento tan dulce para representar un momento tan duro, el que sigue siendo para la mujer en Afganistán”, explicó el avilesino, y agregó: ”Es una luchadora y arriesga algo más que su arte: su vida”. En el taller participaron otros nombres sobresalientes del panorama artístico avilesino: Favila, Carmen Peláez, Carlos García Velasco, Ana Aparicio, Sonia García y Covadonga Casado.

Favila pinta un retrato. | R. Solís

En la Factoría, entre tanto, se sucedieron un sinfín de actividades en lo que fue la fiesta de la presencialidad después de una última ”Noche Negra” de pandemia. En este marco se leyó el manifiesto de Amnistía Internacional, “Hilos”. Solo un breve extracto del mismo: “Las niñas afganas podrían explicar a la sociedad europea, mejor que nadie, la rapidez con la que las mujeres pueden perder derechos tan básicos como el acceso a la enseñanza en igualdad de condiciones, la capacidad para elegir su profesión o la libertad para negarse a vestir de negro ocultando su cuerpo. En su país se impone a todas las estudiantes, profesoras y personal de los colegios y universidades el uso de una túnica abaya islámica negra y un niqab que cubra el pelo, el cuerpo y la mayor parte de la cara, así como guantes. Se prohíbe la coeducación, especificando que las clases deben estar separadas por sexo, y que las alumnas sólo debían ser enseñadas por mujeres. Desde el 17 de septiembre los niños han podido incorporarse a la escuela secundaria y de bachillerato, pero para las niñas, la inmensa mayoría de las escuelas del país están cerradas. Muchas mujeres han tenido que dejar sus trabajos, huir de sus país o permanecer escondidas en sus casas ante el acoso y violencia de los talibanes”.

Ayer Avilés vivió una “Noche Negra” y cantó por la libertad de muchas mujeres con un presente oscuro.

Los actos de Amnistía Internacional destacaron por novedosos, pero no fueron los únicos que protagonizaron las últimas horas del día y las primeras de la noche. Hubo exposiciones, y también música, a cargo, entre otros grupos, de los alumnos de armonía moderna del conservatorio Julián Orbón, con el profesor Javier Rubio. También danza, con la escuela de Myrian Chamorro y Mónica Núñez. Y talleres, para casi cualquier gusto: de estampación del pañuelo de la “Noche Negra” con Fernanda Álvarez o, infantiles, para mostrar a los más pequeños el ciclo completo de las fases lunares.

Una taller de pintura en la Casa de Cultura. | R. Solís

También Raquel Sakristán, Rive Díaz Bernal, Carlota Nelson, Verónica Ardúa y María Sol Álvarez resolvieron un tapiz colectivo en el que se entrelazaron, conectaron y tejieron nexos visibles e invisibles entre los participantes. A lo largo de la tarde se presentó un corto con firma múltiple: Alejandra Figueroa, Eva Chedas, Ana María Ruiz, Valle Suárez, Tania Tbaili, Laura Rodríguez, Silvia Díaz y Aída Hadid. Los actores: José Busto y Carmen González. El broche musical fue con “Covert Planet”.

Una “Noche Negra” y un grito de libertad

Hubo espectáculo con pompas de jabón, coreografías y una videoperformance. En la Casa de Cultura, en galerías de arte de la ciudad y en el Centro Niemeyer sucedió buena parte de la programación de la “Noche Negra” más reivindicativa. En este último espacio cultural, por ejemplo, se ofrecieron visitas gratuitas a las exposiciones “Joan Ponç” y “Tres Mujeres Magnum: Eve Arnold, Inge Morath, Cristina García Rodero». El Museo de la Historia Urbana, el CMAE, la Escuela Superior de Arte, Espacio Óvalo o “Cuéntame un cuadro” también ofrecieron actividades en una jornada resaca del 25N y no menos importante para reivindicar la importancia de la libertad en favor de la igualdad. Como hace Shamsia Hassani.