El plan para recuperar parte de la muralla medieval de Avilés que se creía perdida incluye la construcción de un aparcamiento subterráneo con capacidad para 93 vehículos, de varios edificios que suman 55 viviendas y de una plaza que será a la vez una especie de jardín arqueológico, puesto que contará con zonas verdes desde las cuales poder contemplar parte de esos vestigios. Estas son las piezas principales del estudio de detalle del plan de La Muralla-Las Alas, que se encuentra en la fase de exposición pública, tras hacer solicitado el Ayuntamiento el inicio de la evaluación ambiental estratégica al Principado.
Este proyecto forma parte del Plan Especial de Reforma y Mejora Interior del Casco Histórico de Avilés (PEMRICH) y su desarrollo permitirá no solo recuperar tramos del recinto amurallado, sino también maquillar una zona del corazón de la ciudad que aún presenta una imagen degradada, como es la que abarca la zona comprendida entre las calles de Las Alas y del Muelle.
Para devolver a la ciudad el sector nordeste de la muralla, en la esquina entre la calle del mismo nombre y la del Muelle, se plantean varias actuaciones, entre ellas el derribo “al menos parcial” del edificio situado en el número 40 de la calle de La Muralla (que ahora tapa la capilla de Las Alas), la demolición de los números 42, 44 y 46 (tras lo que se oculta la fortificación) y la construcción de un nuevo edificio. El gobierno sopesa destinarlo a centro de interpretación de la muralla y será además la puerta a un nuevo paso peatonal que rodeará el ábside de la iglesia de San Antonio de Padua y la capilla de Las Alas.
También se pretende recuperar otro tramo de muralla que se mantiene en pie en la cara interior de las viviendas situadas en los números 2, 4 y 6 de la calle del Muelle. El lienzo mide 40,48 metros de longitud y entre 3 y 3,5 de altura. Es ahí donde los arqueólogos descubrieron el paseo de ronda de los soldados.
Esa parte de la fortificación será visible desde la plaza que se habilitará en el ámbito sobre un aparcamiento subterráneo al que se accederá desde la calle de Jovellanos y para el que se propone en superficie una cubierta vegetal. El plan municipal pasa porque tenga 93 plazas, para las viviendas que se construirán en la zona y también para uso público. Cabe destacar, no obstante, que lo que ocupará finalmente el parking quedará limitado por los resultados de los estudios arqueológicos previos al estudio de detalle. Y es que el respeto de los restos arqueológicos en torno a la muralla marcarán su desarrollo.
En cuando a las edificaciones, en la manzana entre Jovellanos y Las Alas, seguirá en pie el de la Fundación Metal. Se demolerán la antigua residencia de la Autoridad Portuaria y el edificio industrial anejo, los números 5 y 7 de la calle Jovellanos y del edificio conocido como “El Moclín” solo se prevé conservar el soportal.
En estos terrenos liberados se proyecta construir varios edificios de viviendas de un máximo de tres alturas que permitirán sacar al mercado 55 pisos. En el que se plantea para los números 5 y 7 de Jovellanos se habilitará un paso hacia la plaza que se generará en el interior de la manzana.
Las previsiones municipales pasan por tener listo y aprobado el estudio de detalle antes de que finalice el año. No será hasta 2023, y eso en el mejor de los casos, cuando pueda empezar esta actuación que devolverá a la ciudad parte de su recinto amurallado.
