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Finaliza la reforma integral del vial de Ranón a La Arena tras años de quejas

La carretera, que antes estaba plagada de baches, presenta ahora un firme nuevo y una anchura de 6 metros que proporciona más visibilidad

Por la izquierda, el teniente de alcalde de Soto del Barco, Francisco Javier García; la directora general de Infraestructuras, Esther Díaz; y la edil María Luz García, ayer, en la renovada carretera de Ranón a La Arena.

Los vecinos de Ranón y La Arena están de enhorabuena. Tras años de manifestaciones, recogidas de firmas y quejas, muchas quejas, sobre el estado de la carretera que une ambas localidades de Soto del Barco, la obra que adecentó y amplió el firme concluyó ayer. Aquellos tiempos en los que los baches ocupaban buena parte del vial y el agua desbordaba de las cunetas en días de lluvia copiosa son cosa del pasado. La actuación ha llegado a su fin tras una cuantiosa inversión, 2,6 millones de euros que ha aportado la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado.

La directora general de Infraestructuras Viarias y Portuarias, Esther Díaz, visitó ayer la zona para dar por concluida una actuación que se ha centrado en renovar el pavimento de 5,7 kilómetros de la carretera AS-238, que une La Arena con la carretera nacional N-643 en las inmediaciones del Aeropuerto de Asturias y pasa por Ranón. La reforma integral de la carretera duró un año. Díaz fue recibida por el teniente de alcalde de Soto del Barco, Francisco Javier García, y la edil María Luz García.

Según manifestaron desde el Principado, la mejora de la AS-238 aumenta la funcionalidad y seguridad de la carretera. Ese vial, además, sirve de acceso a los núcleos de La Cuesta, Ranón, Carbajal y Figueras. La reforma no solo se ha centrado en la demandada mejora del firme, sino también en el ensanchamiento de la vía.

Tras la obra, ahora, el ancho es de seis metros a los que hay que sumar los sobreanchos en curvas, lo que permite el cruce de dos vehículos con seguridad en todo el recorrido.

Este cambio permitirá mejorar la escasa visibilidad que existía en algunos tramos de la carretera, especialmente en las curvas más pronunciadas. Los trabajos también han permitido rediseñar la red de drenaje de la carretera. Según detallaron desde el Principado, la obra ha consistido además en la habilitación de casi nueve kilómetros lineales de nuevas cunetas y 26 caños de desagüe. La actuación ha incluido la renovación de la señalización vertical, el balizamiento y los sistemas de contención, y se han acondicionado las intersecciones, especialmente la que une esta carretera con la N-643, en la que se ha construido una cuña de cambio de velocidad.

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