Miquel Iceta, el Ministro de Cultura, llegó esta mañana al Centro Niemeyer directamente de Navia. Allí, en el cine Fantasio, había inaugurado el foro de Culturas y Ruralidades y aquí, en Avilés, conoció el complejo cultural a cuya fundación su departamento aporta 100.000 euros y seguirá aportándolos, según reconoció a los periodistas, justo antes de entrar en la exposición sobre la obra del fotógrafo Gabriel Cualladó que luce en las paredes del foyer del edificio del auditorio desde la semana pasada.

"Lo que hemos hecho ha sido recuperar la aportación del Estado a un centro como este que se había perdido, me parece, en 2011", apuntó el político socialista rodeado por la consejera de Cultura, Berta Piñán, y de la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, presidenta y vicepresidenta del patronato de la fundación que administra la única obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer -premio Príncipe de Asturias de las Artes- en España.

Pero la aportación del Estado no se va a limitar a estos 100.000 euros que han vuelto para dar aire a las cuentas a la institución.

"Vamos a participar, también, con un apoyo de 50.000 euros en la exposición que, de alguna manera, se nos pedía desde Brasil. La idea del Centro Niemeyer no es solo llevar el nombre, si no ser una puerta de entrada, un nodo de conexión entre España y Brasil", desveló en clara referencia a la próxima exposición programada en el complejo cultural: una retrospectiva sobre los artistas españoles que han participado en la bienal de Sâo Paulo, la segunda más importante del mundo. Esta exposición se inaugura en la cúpula del complejo avilesino y el año que viene se trasladará a la ciudad brasileña que cuenta con ella para la celebración del Bicentenario de la Independencia de Brasil. "Es una manera de contribuir a un aniversario tan importante para ellos", concluyó Iceta.

El Ministro recorrió las instalaciones museísticas del Niemeyer. En la Cúpula recorrió cada una de las piezas de la muestra "Moscoso Cosmos". Y subió a la Torre Mirador, que ahora regentan Iratxe Miranda y Adri San Julián, y él y su séquito se convirtieron en los primeros clientes del restaurante de Miranda y San Julián. Menú degustación: dos horas y pico de banquete antes de regresar a Madrid.