La cúpula del Centro Niemeyer empieza a recuperar su blanco característico. Los trabajos de limpieza comenzaron este martes y avanzan a buen ritmo. Que la cúpula requería una limpieza a fondo era más que evidente, como se aprecia en la fotografía, donde se percibe el antes y después de los trabajos que se están acometiendo estos días. La densa masa de polvo sahariano que tiñó el cielo asturiano tiene parte de culpa en la suciedad que presentaba la obra de Oscar Niemeyer.