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Los trabajadores de Saint-Gobain acuerdan ponerse en huelga para parar los despidos

La multinacional francesa defiende la necesidad de dos regulaciones sucesivas de empleo porque se sostienen “en factores y causas diferentes”

Una pasada protesta sindical a la entrada de la fábrica de Saint-Gobain. MARA VILLAMUZA

Los trabajadores de Saint-Gobain Cristalería acordaron ayer ir a la huelga para tratar de parar los despidos que promueve la dirección del departamento de Sekurit (que se dedica a la producción de vidrio para automoción en dos fábricas: Avilés y Arbós, en Tarragona).

La propuesta de paros –de larga duración y que se desarrollarán a partir del 19 de junio– llegó a las asambleas informativas que se celebraron en cada una de las plantas con el aval del comité intercentros. La plantilla avilesina la aceptó: 42 avilesinos de los 179 que trabajan en La Maruca están en la lista que engrosará el paro el próximo 8 de julio si todo sale según el plan previsto por la dirección de la compañía. Los sindicatos, ahora, concretarán el calendario de paros que se presentará ante la autoridad laboral este próximo lunes.

Lo que está sucediendo en el sector del vidrio de automoción es que, según asegura la empresa, se ha reducido la fabricación de vehículos y, en consecuencia, la compra de elementos auxiliares como son los parabrisas, los vidrios traseros y lunetas, que son los tres productos que comercializa la multinacional francesa cuya matriz presentó recientemente unos resultados más de cinco veces superiores en 2021 (2.521 millones de euros) que en 2020 (456 millones).

Las empresas de automoción –los clientes de la división de Sekurit– están haciendo paradas de producción como consecuencia de la caída de la demanda y de la falta de semiconductores. Estos elementos electrónicos son fundamentales para que funcionen los coches. Esta decisión aguas arriba tiene consecuencias abajo, explican: que se incremente el número de parabrisas almacenados, es decir, que suban los productos sin vender o lo que es lo mismo, que se pierda dinero.

Sobre este planteamiento, la empresa defiende la necesidad, primero, de un expediente de regulación de empleo temporal y, a continuación, de un despido masivo. Señala también que la congelación de los contratos como paso previo a los despidos no es una acción “contradictoria con la reestructuración laboral planteada por la compañía para su división de Sekurit”. Y es que, defiende la empresa, el despido masivo y la congelación de los contratos están basados “en factores y causas diferentes”.

El expediente temporal es para ajustar el stock de parabrisas (rebajar el valor de 42 a 35 millones) y los despidos tienen como fundamento “favorecer la viabilidad y la sostenibilidad de la actividad a medio y largo plazo”. Sin embargo, las dos medidas traumáticas se negocian en paralelo (el miércoles se formó la mesa del ERTE y el jueves, la de los despidos). A esto, señalan los sindicatos, es a lo que quieren responder los trabajadores con la huelga.

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