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Nacho Requena | Secretario comarcal de Industria de CC OO

“Mal haría Saint-Gobain si solo centra su viabilidad en recortar derechos sociales de la plantilla”

“Es tarea de los sindicatos exigir que las empresas apliquen las mejores técnicas de producción para estar siempre en vanguardia”

Nacho Requena, en la plaza del Varicano. | Mara Villamuza

Nacho Requena (Avilés, 1974) es el responsable comarcal de la federación de industria del sindicato Comisiones Obreras y es también trabajador de desarrollo de procesos de la empresa Asturiana de Zinc, donde ingresó en 1997. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA en su despacho, en la casa sindical de plaza Vaticano.

–El año pasado, por estas fechas, los grandes sindicatos se movilizaron contra una amenaza contra la gran industria. ¿Esa amenaza sigue?

–Los momentos que vivimos ahora están muy influidos por las consecuencias de la guerra en Ucrania y con la crisis de los suministros energéticos. Me refiero al combustible. Todo esto influye en el desarrollo de las grandes industrias, pero no sólo en España. Esto se une a un problema latente que tenemos en este país, un problema propio, que no se comparte en otras latitudes y sí, eso sigue ahí. La guerra acabará más tarde o más temprano, pero esos problemas ahí van a seguir.

–¿Seguimos estando tan mal como para que el año pasado sí hubiera movilizaciones?

–Tenemos convocada este año una manifestación en defensa por la gran industria, reclamando medidas concretas a nivel legislativo que favorezcan al sector, para que las que ya hay establecidas se desarrollen e inviertan y también para las que no han venido todavía. Será el próximo lunes, en Madrid.

–Aquí, en Avilés, hay suelo que espera a las industrias que tienen que venir.

–Esperemos que el PEPA 2 sea el lugar de desarrollo de la próxima actividad industrial. Tenemos las principales: hacemos cinc, hacemos acero, hacemos vidrio y fertilizantes, ¿qué menos que buscar sus complementos?

–Lo que no tenemos es aluminio.

–Sí.

–¿Qué saben de San Balandrán?

–El concurso de acreedores sigue activo. Ha habido una solución para los trabajadores que no es la que buscamos porque la lucha de los trabajadores iba dirigida a mantener la actividad industrial en la margen derecha de la ría. Finalmente, no se consiguió, pero la salida que han tenido los trabajadores ha sido la mejor de las posibles. Estamos a la expectativa de todos esos proyectos que van sonando. A ver si confirma. Pero, bueno, a día de hoy, cierto, cierto, todavía no hay nada concreto.

–En Asturiana de Zinc van a poner en marcha en unos días su ampliación.

–La empresa va a comenzar las pruebas de fabricación en cosa de quince días. Esa es la idea. ¿Qué decir? Que es una gran alegría recibir 100 millones de inversión. Evidentemente, las decisiones no se tomaron en este entorno, pero es cierto que se tomaron cuando no se habían despejado las incógnitas generadas por el precio de la energía.

–Ahí siguen esas incógnitas.

–El precio de la energía no voy a decir que tenga que ser barata, lo que sí voy a decir es que tiene que ser previsible para que las empresas puedan hacer sus números y pensar en el futuro. Como le digo, todo lo que sean inversiones en Asturiana de Zinc que redunden en garantizar su futuro es una alegría siempre.

–La empresa oficialmente afirma que produce a pérdidas.

–Pertenecemos a un grupo industrial de ámbito mundial. Somos muchos miles de trabajadores en muchos centros de producción… Estoy convencido de que si Glencore fabrica cinc en Azsa es porque, evidentemente, le interesa.

–En Saint-Gobain se han convocado 20 días de huelga.

–En Asturiana de Zinc, en Saint-Gobain, en Arcelor también ahora con el plan de descarbonización, las personas tienen que estar en el centro de las decisiones de las empresas. Las personas, los trabajadores, no pueden ser un coste a recortar, si no un activo. Mal haría Saint-Gobain si únicamente centrase sus esfuerzos de viabilidad en recortar los derechos sociales de sus trabajadores. Los trabajadores de Saint-Gobain han hecho muchos ejercicios de responsabilidad a lo largo de estos años y ahora lo que toca es que cada una de las partes negocie la regulación utilizando las herramientas que tiene cada quien. En este caso vamos a utilizar la huelga como mecanismo de presión. Pediría, eso sí, un poco de moderación a los que no están dentro del conflicto, me refiero a los dirigentes políticos. Si no van a ayudar que al menos no molesten.

–¿La dirección de la multinacional está adelgazando la empresa en Avilés?

–Sí. Desde hace años venimos reclamando un plan industrial para Saint-Gobain. Un plan en el que digan con claridad qué es lo que quieren hacer con el centro de Saint-Gobain de Avilés.

–¿Es Kénitra, en Marruecos, donde está la amenaza?

–Esa es la duda que tienen que despejar. Saint-Gobain produce vidrio en Avilés porque es rentable. Es mal presagio que cierren la planta de Portugal el año pasado y nada de esa producción se desplace a Avilés.

–Han traído los recambios.

–Apenas nada. Y sin valor añadido porque la que sí lo produce se deriva a Kénitra, a Marruecos. Lo que queremos es sentarnos y hablar con la dirección y que nos diga cuáles son planes. Si sus planes son recortar salarios pues, qué le voy a decir, no parece un gran plan porque después de esto, ¿qué va? ¿Cobrar como la gente de Marruecos? Ese no puede ser el objetivo.

–Arcelor y Fertiberia se alían para la descarbonización, pero en medio se van a quedar unos cuantos puestos de trabajo.

–Arcelor no puede convertir el éxito de esta alianza en favor del hidrógeno verde en una amortización obligatoria de puestos de trabajo. Seguro que vamos a sentarnos y vamos a analizar las necesidades de la planta futura. Es tarea nuestra, de los sindicatos, exigir que las empresas apliquen las mejores técnicas de producción disponibles para estar siempre en vanguardia. Porque o somos sostenibles o no vamos a ser nada.

–¿La recomposición del sector de las auxiliares ha sido buena idea?

–Antes de nada quiero hacer un llamamiento para que se mejoren las condiciones de todas las empresas que trabajan en los distintos centros de trabajo. Todos somos compañeros cotidianos, sólo nos distinguimos por la diferente manera en que vestimos.

–¿Y la reestructuración del sector?

–Las empresas auxiliares no pueden ser un mecanismo de ahorro de costes: esperemos que eso no sea lo que subyace detrás de este movimiento de Arcelor. Esperemos que disgregar el contrato de Daorje no sea la excusa para el divide y vencerás.

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