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Una batuta avilesina sobre el Támesis

El músico Miguel Esteban ve su emigración como "una experiencia que se alarga 21 años"

El avilesino Miguel Esteban Fernández.

"Cursé estudios de Derecho Económico en Deusto aunque pronto me di cuenta de que el Derecho no era mi futuro. Aun así, continué con la carrera mientras compaginaba el Derecho con la Música. Una vez finalizada la carrera, me trasladé a Londres. Fui al Goldsmiths College de la Universidad de Londres). Posteriormente cursé un máster en Musicología en la misma universidad. Elegí Reino Unido porque me interesaba bastante el aspecto tanto académico como práctico de la música y las universidades británicas te dan la oportunidad de combinar ambos aspectos dentro de una misma carrera". Habla Miguel Esteban Fernández, avilesino de 1977, de Villalegre, padre de un niño de un año, formado en sus primeros años en el colegio Nuestra Señora del Buen Consejo (El Pozón) y en el Santo Ángel, que encontró en las islas británicas la oportunidad.

"En mi caso, fue la formación que me llevó a emigrar, aunque desde muy pronto se me abrieron oportunidades laborales y decidí quedarme tras finalizar los estudios", aclara.

Su "salida" de España resultó bastante "natural" en su entorno. "Yo ya había dejado Asturias cuando comencé a estudiar en Bilbao, con lo que ya no vivía con mi familia y a mis amigos los veía en épocas de vacaciones. Así que el paso más traumático fue el de irme a vivir solo a Bilbao; la mudanza a Londres pareció una transición más natural", señala.

De pianista a arreglista

Sus primeras oportunidades en la ciudad del Támesis llegaron enseguida. "Al poco de comenzar ya me surgió la posibilidad de trabajar como pianista de ballet, algo que había aprendido ya en Bilbao. Trabajé durante años para Laban (ahora Trinity Laban) y posteriormente en el Central School of Ballet", remarca. Actualmente ejerce su faceta de pianista acompañante como "freelance" y colaba habitualmente con el English National Ballet. "También he trabajado en el pasado como director de coro y orquesta en proyectos como el de Albion Baroque Orchestra o la Orquesta de Los Adioses en Asturias; actualmente dirijo el Ensemble Vita Nova", relata para LA NUEVA ESPAÑA.

Igualmente ha escrito numerosos arreglos para grupos diferentes, pero destacan los que ha hecho para los "King’s Singers" (grabados en el CD "Postcards" e interpretados en el Teatro Real de Madrid entre otros muchos lugares) o "The Queen’s Six", que recientemente han grabado un arreglo peculiar de "Heaven is a Place on Earth" con muy buena crítica de a revista Gramophone.

Su "emigración" prefiere definirla como "una experiencia que ya se alarga a los 21 años, así que mi estancia en el Reino Unido afecta a toda mi experiencia vital. Londres es ya mi casa y allí tengo muchos amigos y amigas de muchas partes del mundo. Quizás la exposición a tanta diversidad cultural en Londres es lo más enriquecedor, además de la amplia y accesible oferta cultural y de ocio". Estar alejado de familia y amigos ha sido lo más difícil de esta etapa, pero afrontó el paso "con mucho optimismo y ganas de descubrir nuevas vivencias. El hecho de ir a una universidad me lo puso fácil para hacer buenos amigos desde el principio", indica.

Las distancias

Este pianista para ballet, arreglista y director de orquesta regresa a casa, generalmente, en los tres períodos vacacionales importantes: Semana Santa, verano y Navidades. "Aunque también recibo visitas de la familia, ¡más ahora con un bebé de un año! Hay que tener en cuenta que un vuelo de hora y media no es demasiado; se tardaba más en llegar Bilbao que a Londres", apunta.

En la comparativa de lo que le ha dado reino Unido frente a España, si se hubiera quedado, es difícil pronosticar el resultado, dice Esteban, "aunque en la faceta de pianista acompañante de ballet es difícil que hubiese podido tener las mismas oportunidades, al menos fuera de una de las grandes ciudades españolas". A pesar de llevar ya un tiempo fuera, confiesa que ve esta etapa "con puntos suspensivos", es decir, no descarta regresar a España en un futuro no muy lejano, aunque son planes aún por concretar.

El avilesino sigue la actualidad de Asturias y España y reconoce sentir preocupación por las consecuencias de varias crisis encadenadas. "Hay problemas estructurales en el país en relación a cuestiones laborales, por ejemplo, aunque confío en que los avances de la última reforma sigan teniendo efectos positivos contra la precariedad. Es una pena que cuando hay oportunidades de seguir avanzando aparecen una crisis detrás de otra, impidiendo hacer más reformas estructurales y cambios a medio plazo para, en su lugar, dedicarse a achicar agua para atajar el problema más inminente". La crisis energética, apunta, es un claro ejemplo. "El cambio climático es cada vez más inminente y, sin embargo, se deben tomar medidas más urgentes dirigidas a garantizar el suministro y controlar los precios, en vez de enfocarse más en potenciar las energías renovables. También he de decir que este problema no es exclusivo y afecta a toda Europa", reflexiona Esteban desde su domicilio en Londres.

El "Brexit"

La "diversidad" de la capital británica continúa enganchándole como el primer día que llegó. "Hace que sea una ciudad muy abierta donde resulta difícil tener la percepción de ser un extranjero. Por eso mismo, fue mayor sorpresa el resultado de la votación del Brexit, porque Londres sigue siendo una burbuja que contrasta con ciertas posiciones proteccionistas en el resto de Inglaterra. De repente sentí por primera vez que el resultado era en gran medida un rechazo a lo foráneo y una decepción; a pesar de esto, en Londres nunca me han hecho sentir como si estuviera fuera de lugar", explica.

En cuanto a los problemas comunes de su generación se muestra preocupado por la precariedad laboral. "Los jóvenes tienen mayor preparación académica que nunca y, sin embargo, se ven abocados a ganar sueldos bajos o a emigrar. Esto hace que la emancipación se produzca cada vez más tarde y que el acceso a la vivienda en propiedad sea cada vez más restringido", asegura. Menos estabilidad financiera para las parejas lleva a que la natalidad se resienta, continúa en su análisis. "Y este es un gran problema de Asturias en particular, pero también de España, y de Europa en general", concluye.

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