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La flota afronta el final de la costera del bonito con pocas capturas y lejos de casa

Los pescadores se echan a la mar para hacer la última marea de la temporada, la más larga de estos años y todavía con cuota disponible

La tripulación del «Siempre Peco», que el pasado junio descargó en Avilés el primer bonito de la temporada. Mara Villamuza

Pese a tener cupo más que suficiente para continuar con la pesquería de bonito del norte, la flota asturiana afronta octubre decidida a cambiar pronto de arte de pesca y dar por finalizada la principal costera estival, este año menos "explosiva" en términos de capturas que las de los tres últimos ejercicios y, por lo tanto, más alargada en el tiempo. Para la mayoría, el que empezó ayer será el último viaje bonitero del año. "La previsión de malos tiempos, las escasas capturas y la lejanía de las principales zonas de pesca aconsejan tomar la decisión de dar por finalizada la campaña", explican desde la Nueva Rula de Avilés, donde el pasado agosto se subastaron 481.097 kilos de bonito del norte. El precio máximo en primera venta fue de 7,86 euros y, el medio, de 4,53 euros.

No obstante, apuntan desde la entidad, la costera sigue activa aunque sea con cuentagotas: actualmente, de acuerdo a los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se lleva consumido el 86 por ciento de la cuota autorizada; esto quiere decir que hay disponibles aún para su pesca 2.507.204 kilos de bonito del norte. La semana recién finalizada dejó en Avilés un total de 13.000 kilos de la especie. El lunes está previsto que entren 32.500 más de las bodegas del "Esmeralda Tercero", "Gastelugatxeko Doniene", "Nuevo Chisu", "Siempre San Pablo", "Pescalema", "Carminchín" y "Gure Itxas Begi". Para el martes, día 27, se esperan 10.000 kilos del "Playa de Luarca" y "Nuberu".

Este año la costera que entra en su recta final fue diferente de principio a fin. Sin ir más lejos, la del año pasado batió todos los récords de brevedad al finalizar a mediados de agosto por el agotamiento del cupo máximo permitido. La presente campaña arrancó el 1 de junio con alegría desatada en la rula de Avilés, la que causó la subasta al precio récord de 369 euros el kilo de la primera tina de ejemplares pescados con anzuelo (cacea) en la segunda quincena de mayo en aguas de las islas Azores por el pesquero gallego "Siempre Peco", con matrícula de Cantabria pero base en el puerto coruñés de Cedeira. Junio siguió flojo en capturas y con el precio del gasóleo por las nubes, lo que enfrió los ánimos de los pescadores. Lo que salieron dejaron en Avilés 164.236 kilos, la cantidad más baja desde 2018, un año en el que habían vendido en ese mismo periodo 83.201 kilos.

En julio de este año se subastaron en la Nueva Rula de Avilés un total de 548.758 kilos, que son 120.283 menos que en julio de 2021. No obstante, el precio medio aumentó ligeramente por eso de que a menos pescado, mejor precio. El kilo se vendió, de media, a 4,25 euros.

Sólo es bonito del norte el que sobrepasa los cuatro kilos de peso y se captura en el Cantábrico con anzuelo para que el pez no sufra y ofrezca una mayor calidad de su carne. El pescado que llega a la lonja de Avilés se captura con el arte de pesca denominado curricán o cacea, que consiste en lanzar varias líneas con un señuelo que imite a un bocarte o una sardina y llevarlas al arrastre. Está considerado el arte de pesca más selectivo que existe porque los peces se capturan uno a uno y, en Avilés, goza de distintivo de calidad: "Pescado de confianza", inscrito en la marca de calidad “Alimentos el Paraíso".

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