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Ramón Menéndez Chaves y Enrique Bueno, libres: el juez dice que no cometieron ningún delito

«No ha resultado creíble» el testimonio de los testigos y del constructor de Quintanas de Chacón, según la Audiencia

Ramón Menéndez Chaves, la abogada Paloma García y el exconcejal Enrique Bueno, en Oviedo. Miki López

Ni el exconcejal de Urbanismo de Corvera Enrique Bueno cometió cohecho, ni el exsecretario general de Ayuntamiento, Ramón Menéndez Chaves, celebró negociaciones prohibidas a los funcionarios públicas con motivo del posible desarrollo urbanístico de Quintanas de Chacón. En consecuencia, los dos fueron absueltos de las acusaciones que había promovido el constructor que vio frustrado el negocio que había planeado a la entrada de Las Vegas hace más de catorce años. Esto es lo que concluye la sentencia dictada por el magistrado Javier Domínguez Begega, el titular de la sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo.

Y Bueno no cohechó, explica el juez en su sentencia, porque "forma parte de una manera natural en el entender el suceder de las cosas que quien se implica en una trama corrupta y delictiva como la que nos ocupa procura gestionar su iniciativa de pedir el pago al que vincula la realización del acto propio de su cargo con la máxima discreción o reserva". Es decir, que la reclamación de dádivas no se hace en medio de la calle. Eso, estar en medio de la calle, es lo que dijo que el constructor que había pasado cuando Bueno le reclamó dinero para aprobar el convenio de Quintanas de Chacón. Sin embargo, la declaración que hizo el acusador al juez no le resultó "creíble" por varias razones.

La primera de ellas porque el acusador dijo "hallarse enemistado" con Bueno y añadió, señala el juez, que esa enemistad venía "por la frustración de la operación inmobiliaria a la que aspiraba, poniéndola a cargo del acusado y sugiriéndose de tal forma la presencia de un ánimo espúreo en la atribución delictiva porque esa enemistad se relaciona con una animadversión o rencor al no conseguir la firma del convenio urbanístico".

Pero no sólo queda en entredicho el constructor. También los testigos que aporta –uno de ellos, el presidente de la asociación de vecinos de Las Vegas–. Dice el juez "ni queda acreditada la conversación en cuyo curso tuvo lugar, supuestamente, la petición, ni la reunión misma". Y el magistrado señala que el presidente de la asociación de vecinos "a realizar una operación cuya claridad deja que desear": la compra de una finca con el dinero del constructor para luego permutarla por un local para la asociación. La tercera razón por la que Bueno no cometió cohecho fue por un aparcamiento público. El constructor decía que esa petición era nueva, pero los jurados que participaron en el juicio consideran que "el problema del parking no era nuevo".

Concluye el juez a este respecto: "no hay señal alguna, con un mínimo viso de realidad, sobre la involucración del acusado para facilitar (y favorecerse con ello) su participación en el P.G.O.U., pero también se ha querido conectar como conducta penalmente relevante subsumible en el tipo el supuesto incumplimiento del deber de abstención en la votación".

Ramón Menéndez Chaves, por su parte, no celebró ningún tipo de negociaciones prohibidas porque "no ha habido iniciativa alguna para que se apuntara al Secretario Municipal como interviniente en las actuaciones para elaborar el P.G.O.U. facilitando la participación en ellas del concejal". Lo que hizo Chaves fue evacuar un informe a petición del Alcalde. "Para su infortunio dio pie también a que fuese acusado del delito".

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