La cocina mágica de los pulpeiros, de gala en Avilés

Sabía el gastrónomo y divulgador Álvaro Cunqueiro que "el hombre precisa, en primer lugar, como quien bebe agua, beber sueños". Ayer el periodista gastronómico Josema Azpeitia Salvador, nombrado "Comensal de honra Álvaro Cunqueiro" de la Cofradía del Yumay junto a la guisandera Isabel Alonso Morís y el maestro pulpeiro Paco Gómez González, aseguró "haber bebido un sueño".

El reconocimiento de esta entidad avilesina con solera, que reunió a más de un centenar de comensales en la inauguración de las Jornadas del Pulpo A Feira, le supo al comunicador guipuzcoano como un auténtico manjar. Y brindó con los presentes "para que, poco a poco, nos estemos acercando a la normalidad". Se refería Azpeitia a la oportunidad de volver a la reunirse en torno a la mesa como antes, ya que los Gastrónomos del Yumay, como otras tantas entidades ciudadanas, habían visto suspendidas o reducidas de manera considerable sus actividades sociales.

Azpeitia, que conoció Avilés en profundidad de la mano de Carlos Guardado en plena pandemia, dijo sentirse "honrado" de recibir un reconocimiento que lleva el nombre de un periodista y divulgador con quien comparte el hecho de vivir influenciado por el Cantábrico. "Los dos, asomados a la mar", subrayó.

"Vino a Asturias por primera vez porque quería comer ‘llámpares’", desveló la cronista oficial de la villa y miembro de gastrónomos del Yumay, Pepa Sanz, sobre el origen de los lazos de Josema Azpeitia con el Principado. "Es vasco por todos los sentidos y también un gran periodista", continuó Sanz. Fruto de su amor por las letras y el arte del buen yantar, el homenajeado puso en marcha hace unos años "Ondojan", una publicación cuyo objetivo es dar a conocer lo que engloba su denominación en euskera, "comer bien".

De comer bien también sabe el maestro pulpeiro Paco Gómez, natural de O Carballiño, que ayer estuvo arropado por el teniente de alcalde de la localidad, Manuel Dacal y el canciller-secretario de la Orden del Albariño, Pedro Piñero Lago. Gómez, que es cuarta generación en una familia de pulpeiros y ahora suma siete negocios en Asturias junto a Miguel Ángel de Dios vinculados a este manjar del mar ensalzado en la Galicia interior, desembarcó en el Principado, por primera vez, en Overo (Corvera). "El pulpo en Carballiño es un modo de vida", subrayó el segundo "Comensal de Honra Álvaro Cunqueiro" del Yumay en su edición de 2023. Y recibir un reconocimiento en una región de la que se siente "primo-hermano" fue recibido con un extra de orgullo para él.

Isabel Alonso, miembro del Club de las Guisanderas de Asturias, que es cofrade fundadora de Gastrónomos del Yumay y regentó durante décadas el Restaurante La Tenada de Illas, era ayer todo felicidad al recibir el tercer "Comensal de Honra" de la cofradía. Su compañera y presidenta en el Club de Guisanderas, Amada Álvarez, la definió como "algo más que una cocinera al uso; de lo mejor de Illas, con el párroco", porque para los gastrónomos del Yumay resulta toda una satisfacción incorporarla en su ya extensa nómina de galardonados.

Los "Comensales de honra Álvaro Cunqueiro" abren las jornadas gastronómicas del pulpo a feira "Álvaro Cunqueiro", que se alargarán hasta este domingo. Los maestros pulpeiros de esta edición son Diego González e Iván Veiga. Al término del primer menú que se sirvió ayer, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar el popular "Quirós", un postre a base de café, miel, whisky y helado mantecado.

También se desveló en el transcurso del almuerzo de los galardones "Comensal de Honra" que José Alvarez, natural de Avilés, selló las primeras relaciones comerciales entre la villa del adelantado y la localidad gallega de Carballiño en pleno siglo XVIII. Se casó allí con Josefa Sotelo, heredera del párroco de Arcos. Su casa, herencia del cura, es la primera del actual Carballiño.

Abrió una ruta comercial con Avilés que permitió el intercambio comercial además de llevar a asturianos a Carballiño y viceversa. Esa ruta, que iba por Monterroso, Melide y Ribadeo, facilitó la entrada de pulpeiras de Arcos en las ferias que se celebraban en otras localidades vecinas. Tras el avilesino, a Carballiño llegaron y se instalaron comerciantes asturianos como los Lastra, Bermúdez, Graña y Quintanas. Según desveló Carlos Guardado, esa ruta Avilés duró más de 150 años.

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