Asturias es la cuarta comunidad del país con más mujeres en I+D e innovación

Asturias es la cuarta comunidad autónoma con más mujeres empleadas en innovación, por delante de regiones como Madrid y Cataluña. Y no solo eso. Además, en el ámbito de la ingeniería y tecnologías, el 55% son mujeres. Estas son algunas de las conclusiones del informe realizado por la Cátedra Innova (C_innovA) en el Día de la Mujer Científica presentado ayer en Avilés, sede de la entrega de los Premios Nacionales de Innovación y Diseño 2022, que se celebrará mañana con la presencia de los Reyes de España.

El Principado es la segunda comunidad autónoma con mayor presencia de mujeres en el sector de alta tecnología y la tercera con mayor porcentaje de catedráticas, además de estar consiguiendo reducir la brecha de género en los niveles educativos superiores. Este es el panorama positivo en su trazo grueso, pero cuando se baja al detalle, surgen los ‘peros’, como revela el estudio "Mujer, innovación y ciencia en Asturias: una aproximación cuantitativa". La investigación ha sido elaborada por Elena Lasarte, Lorena García Alonso, Ana Salomé García Muñiz –todas doctoras en Economía y profesoras de Economía Aplicada en la Universidad de Oviedo– y Tania Fernández García, estudiante de doctorado en la institución académica y ayudante de investigación de la cátedra.

El informe se estructura en tres partes o ámbitos de estudio. Elena Lasarte señaló que la principal conclusión es que existe una clara brecha de género en el mercado laboral de I+D más innovación en todos los países europeos, en España y en Asturias, aunque matizó que el Principado presenta fortaleza. De las nueve variables analizadas, la región destaca fundamentalmente en tres por encima de la media: mayor porcentaje de mujeres en el sector de altas tecnologías, por delante de País Vasco, Madrid y Cataluña. Además, es la cuarta comunidad con más empleo femenino presenta en innovación., y la Universidad de Oviedo, con 2.000 trabajadores dedicados a la innovación, es una de las que más porcentaje de mujeres catedráticas tiene, con un 30%, por encima de la media española.

¿Variables en las que hay que mejorar? El más llamativo es que la I+D y la innovación se realiza principalmente en el sector privado, donde la presencia femenina es deficitaria. Las cifras indican que en la administración pública asturiana hay un 56% de investigadoras frente al 50% de la media nacional, pero solo realiza un 12% de la I+D.

La brecha de género se detecta ya desde la infancia y la vocación formativa de las niñas, que está muy influenciada por roles tradicionales que se trasladan posteriormente al mercado laboral, señaló Elena Lasarte. Así, en el bachillerato, la presencia femenina está muy equilibrada entre la rama de Ciencias y la de Humanidades y Sociales. El problema es que los estudios vinculados a la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la robótica siguen sin despertar el interés de las jóvenes asturianas. En la Formación Profesional (FP) también hay paridad en cuanto a las matrículas, pero las grandes disparidades se dan en las ramas o familias, y entonces se detecta la escasa presencia de mujeres en instalación y mantenimiento o en transporte y mantenimiento de vehículos. No llega al 10% las matrículas femeninas en las ramas eminentemente técnicas, mientras que superan el 90% en otras como el cuidado personal.

En la Universidad de Oviedo existe prácticamente paridad en el personal docente investigador, en el que el 46% son mujeres. Pero al desgranar estos datos se descubre que entre ellas solo hay un 26% de mujeres ingenieras.

El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, incidió ayer en la necesidad de apostar por campañas y acciones que favorezcan las vocaciones científicas en Asturias desde la infancia. Y remarcó que "ciencia y tecnología es igual al empleo de futuro".

La Alcaldesa de Avilés se refirió en concreto a las campañas que se realizan en la ciudad con alumnado de 3.º de la ESO, que mantiene encuentros con científicas. "Es muy importante que tengan referentes, porque eso hace que se despierten vocaciones científicas y tecnológicas. La brecha la tenemos que reducir no solo por acabar con la desigualdad de género, sino "porque no podemos prescindir del talento".

Teresa Valdés-Solís, científica del Instituto Nacional del Carbón (Incar) del CSIC y presidenta de la Asociación de Divulgación Científica de Asturias, aseguró que en los últimos años "hemos conseguido visibilidad y reconocimiento, pero vamos regular en cuanto a fomentar las vocaciones, aunque es cierto que este trabajo es de más largo recorrido". E hizo hincapié en la necesidad de acabar con estereotipos.

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