Una treintena de niños recibe su bautizo astronómico en Pillarno

Ramón Hevia abre las puertas de su observatorio espacial a un grupo de chavales asturianos con altas capacidades

Los niños, junto al telescopio que les permitió observar el Sol. | R. H.

Los niños, junto al telescopio que les permitió observar el Sol. | R. H. / F. L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Una de las necesidades de los chavales con altas capacidades, o lo que es lo mismo, sobredotados intelectualmente, es recibir estímulos que les aporten enriquecimiento curricular, y si es posible hacerlo en clases especiales en las que puedan estar con compañeros como ellos. Y eso fue lo que proporcionó el astrónomo aficionado Ramón Hevia este fin de semana a una treintena de alumnos a los que tuvo ocasión recientemente de impartir clases teóricas de astronomía. Se trataba de pasar de la teoría a la práctica, y para eso abrió al grupo las puertas del observatorio espacial que ha montado en Pillarno (Castrillón), una ventana al universo que cuenta en su instrumental con un súper telescopio.

"Les he explicado nociones básicas del manejo del telescopio y hablamos de que se puede ver con su ayuda. Como el día no era muy propicio meteorológicamente para grandes observaciones, estuvimos mirando el Sol con un aumento visual equivalente a estar 70 veces más cerca de lo que estábamos en realidad, lo que permite apreciar nítidamente, por ejemplo, las manchas solares", comentó el monitor astronómico.

Hevia también inició a los alumnos en las materias en las que trabaja en el observatorio en colaboración con la Universidad de Oviedo: búsqueda de exoplanetas, minería de asteroides... Y los neófitos en la materia mostraron interés por asuntos como la basura espacial o las estrellas.

Ramón Hevia quiere pensar que, dadas las altas capacidades de los invitados tan especiales que tuvo en Pillarno, en alguno de ellos germine el interés por el espacio y ahonde en la materia, quién sabe si quizás llegando a convertirse en el futuro en un investigador de la Agencia Espacial Europea. Como mínimo, la jornada fue provechosa para ampliar conocimientos cósmicos.

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